Ocho zonas verdes de Madrid, sucias y abandonadas a su suerte

  • Vecinos y ecologistas protestan por su falta de mantenimiento.
  • Las zonas verdes están llenas de pintadas, sin árboles, con vertederos o atravesadas por zanjas.
  • No hay suficiente dinero para reformarlas.
Entrada del madrileño parque Campo de la Paloma, lleno de pintadas.
Entrada del madrileño parque Campo de la Paloma, lleno de pintadas.
JORGE PARÍS
Entrada del madrileño parque Campo de la Paloma, lleno de pintadas.

Ocho grandes zonas verdes. En total, más de 200 hectáreas de la capital sin cuidar y abandonadas a su suerte. Lo que deberían ser áreas de disfrute para los vecinos, sobre todo ahora con el buen tiempo, se muestran llenas de grafitis y residuos. Además, su reforma parece muy lejana, al menos hasta que las Administraciones responsables dispongan de presupuesto.

"Las restauraciones de las zonas verdes urgen. Pero la falta de dinero lo impide. Además, existe una falta de control por parte del Consistorio de las contratas encargadas de su mantenimiento", denuncia Francisco Caño, portavoz de la Federación de Vecinos de Madrid (Fravm).

Ecologistas en Acción, por su parte, pone el énfasis en que la mayor parte de estos jardines no son sostenibles: "No se adaptan al clima mediterráneo y cuesta mucho dinero mantenerlos. El único parque sostenible de la ciudad es la Quinta de los Molinos (San Blas)", asegura un portavoz de la asociación.

Para verificar su abandono, 20 minutos se ha pasado por las ocho zonas verdes en peor estado de conservación, las cuales destacan frente a los muy cuidados parques del Retiro, El Capricho y Campo del Moro. Las zonas más verdes, y nobles, de la capital.

Los peores parques

Campo de la Paloma (Vallecas). Jardín estilo francés abandonado y deteriorado. Tomado por las pintadas y las cacas de perro. El Consistorio ya tiene planeado un proyecto para reformarlo por su antigüedad.

Canto del Águila (Hortaleza). En 2009 estaba proyectada la construcción de una gasolinera que la asociación de vecinos consiguió parar. Falta mantenimiento.

Roquetas de Mar. (Hortaleza). Un pequeño parque abandonado desde hace tres años. Se ha convertido en un barrizal. Apenas hay bancos ni árboles.

Parque de Valdebernardo (Vicálvaro). 85 hectáreas. Recibe demasiadas visitas para su poco mantenimiento (unas 2.000 al día). Los vecinos llevan meses solicitando que la Comunidad ceda su control al Ayuntamiento.

Casa de Campo (Latina). En los aledaños del lago y en la entrada del Zoo. Son dos puntos críticos que se llenan de botellones y en los que sigue habiendo prostitución.

Cuña Verde de O’Donnell (Moratalaz). Hay 41,4 hectáreas del parque que todavía están sin remodelar (se harán cuando haya presupuesto). Ahora mismo son un vertedero en el que incluso se han instalado algunos chabolistas.

Cerro de Almodóvar (Vicálvaro). 18 hectáreas. Está cosido por zanjas de obras. Hay vertidos residuales y zonas sin repoblar. El proyecto de instalar un mirador como el del Cerro del Tío Pío (Vallecas) lleva años paralizado.

Cuña Verde de Latina. Desde el Manzanares hasta la Casa de Campo. Son casi 90 hectáreas. Tiene infraviviendas y se forman corrientes muy fuertes de agua cuando llueve. Tiene un pequeño lago que está destrozado. Las obras del metro de Laguna acabaron con su rosaleda, que permanece acotada por vallas y rodeada de basura, acentuando su estado de abandono.

21.000 hectáreas de jardines

El Ayuntamiento de Madrid destaca que de las más de 21.000 hectáreas de zonas verdes con las que cuenta la ciudad, 5.000 son de gestión municipal. Aunque reconoce que muchas necesitan una reforma por su antigüedad (se crearon en los años sesenta y setenta), también destaca las más de 1.100 hectáreas de parques y jardines que se han abierto estos últimos años y las 600 que ya están en construcción, aparte de los 355.000 árboles que se van a plantar por toda la ciudad. Otras medidas, como el plan que cerró al tráfico la Casa de Campo, han demostrado ser muy eficaces.

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