Un padre y su hija de seis años, de nacionalidad neozelandesa, han llegado por fin sanos y salvos a un puerto australiano. Habían planeado un corto trayecto pero todo se torció porque una fuerte tormenta dañó el timón de su embarcación. Han recorrido dos mil kilómetros en el mar de Tasmania durante casi un mes hasta llegar al puerto de Ulladulla.