Los hechos tuvieron lugar a las 8.47 horas del 9 de octubre del año pasado en la Plaza Consistorial de Villava cuando un operario del Ayuntamiento trasladaba unos postes de sujeción del encierro en una carretilla elevadora. A la altura del parque Ribeal, en una zona peatonal cerrada al tráfico excepto para vehículos autorizados, "se cruzó en su trayectoria" el niño A.C.G.

Según el auto del juez, el conductor de la carretilla "hubo de frenar para evitar el atropello si bien desplazó levemente al niño, cayendo seguidamente sobre el niño la carga del vehículo situada en la parte de delante, que no estaba sujeta al vehículo, aplastándolo y causando su fallecimiento".

El magistrado considera que en este caso "no existen indicios ni elementos" de los que se desprenda una conducta imprudente o descuidada por parte del conductor de la carretilla elevadora.

Así, expone en la resolución que el conductor circulaba a 14 ó 15 km/h por la plaza, "correctamente y de acuerdo con las normas de manejo de carretillas elevadoras", "sin que se acredite que el conductor no respetara el derecho de paso preferente de los peatones".

Según el juez, "la causa más probable del accidente es la irrupción repentina del menor en la trayectoria del vehículo". "Es cierto que en la zona en la que se produjeron los hechos se encontraban niños que acudían a la escuela, lo que exige especial cuidado a los conductores, pero también lo es que, dado que eran fiestas patronales, los pivotes que impiden el paso de vehículos estaban retirados, estando permitido que los vehículos especiales de carga y descarga de materiales accedieran o circularan por la plaza", añade.

El auto ha sido recurrido por la acusación particular, ejercida por los padres de la víctima, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Navarra.