¿Imaginas la Puerta del Sol sin la botella de Tío Pepe con los brazos en jarras? ¿Y Callao sin los colores luminosos de Schweppes? Estos dos carteles forman ya parte del paisaje urbano de Madrid. Por ello, el Ayuntamiento ha decidido dejarlos fuera de la ordenanza que obliga a retirar los neones "antiestéticos" de la capital. Además de ellos, también han sido indultados los carteles del BBVA (en la Castellana) y de Firestone (entre las calles Alcalá y O’Donnell).

Todos ellos son considerados "símbolos históricos de la capital", por su antigüedad, por estar colocados sobre edificios emblemáticos y porque forman parte de la imagen urbana. El más antiguo es el del Tío Pepe, que se instaló sobre el hotel París en 1935 previo pago de 796 pesetas al Consistorio. Su propietario, la bodega González Byass, promocionaba así su famoso fino. El tío más famoso de Madrid hace referencia a José M.ª Ángel, el hermano de la madre del fundador de la bodega.

Otro de los neones más fotografiados y filmados es el de Schweppes, en las últimas plantas del edificio Carrión de Callao. Hasta 1972, en su lugar había un anuncio de una marca de tabaco, pero ese año se cambió por el de la bebida. Sus 312 barras luminosas cuelgan ahora a 37 metros de altura sobre la Gran Vía.

Zona financiera

El más elevado de todos es el del BBVA, instalado en uno de los rascacielos de Azca. Su presencia, junto con el oso de Caja Madrid, se ha convertido en símbolo de la zona financiera madrileña. Más antiguo es el neón de Firestone, que emerge detrás de las Escuelas Aguirre de la calle Alcalá. Se colocó hace medio siglo, en 1956, a la vista de los conductores de una de las avenidas con más tráfico de la ciudad.