Multa de 600 euros por insultar a su doctora incluso en una reclamación por escrito

En el juicio de faltas tuvo que ser expulsada por su actitud

El Juzgado de Instrucción número 2 de Laredo ha condenado al pago de una multa de 600 euros a una mujer que insultó a su doctora delante de varios pacientes y a la que siguió insultando incluso en una reclamación por escrito que presentó inmediatamente después.

Además, en la sentencia, se acuerda remitir a otro juzgado el acta del juicio de faltas, del que la acusada tuvo que ser expulsada al final por su actitud.

La sentencia, difundida hoy por el Colegio de Médicos de Cantabria, explica que los hechos ocurrieron el 10 de septiembre del pasado año, cuando la doctora desempeñaba su trabajo y la acusada interrumpió una consulta para protestar por el retraso.

La mujer llamó "payasa y asquerosa" a la doctora delante de varios pacientes y después interpuso una reclamación en el centro de salud en la que, ya por escrito, tildaba a su médica de "asquerosa e hija de puta.

El Juzgado considera que los hechos constituyen una falta de respeto a una autoridad ya que, a su entender, en ese momento la doctora actúa como agente de autoridad.

La sentencia resalta que todos los ciudadanos tienen derecho a quejarse y reclamar por el retraso en un servicio público, pero recalca que lo que no se puede hacer es interrumpir una consulta e insultar "repetidamente" a la doctora, "perjudicando su honor, su estima y su dignidad profesional".

Según dice, tampoco se puede justificar una conducta así alegando que se "sufre de los nervios" y que "no se acuerda de nada", como argumentaba la acusada, máxime cuando "lo cierto es que, durante su declaración, se acordaba de lo que la convenía".

El Juzgado reprocha además la actitud de la procesada durante el juicio de faltas, ya que hubo que llamarle la atención en varias ocasiones para que respetara el turno de palabra y no hiciera comentarios.

Además, al final del juicio tuvo que ser expulsada. Cuando se le dio la posibilidad de ejercer el derecho a la última palabra, dijo que quería recurrir la sentencia y al tratar de explicarle que aún no había sentencia espetó: "Me paso la sentencia por el culo y lo que dice el abogado también". La sala decidió expulsarla y entonces salió dando un portazo y siguió gritando por el pasillo, de forma que se la escuchaba por todo el edificio.

Importancia del fallo

La representación de la doctora fue llevada por la Asesoría Jurídica del Colegio de Médicos, después de activar el Protocolo de Agresiones que tiene implantado la institución colegial cántabra.

Para el abogado de la doctora, lo importante de la sentencia es que los hechos han sido calificados como constitutivos de una falta, al entender la juez que la doctora en el ejercicio de sus funciones como médico del Servicio Cántabro de Salud actuaba como agente de la autoridad, siguiendo el criterio de la Sentencia del Tribunal Supremo que considera a los médicos de los servicios públicos de Salud y a los profesores agentes de la Autoridad.

Según destacó en nota de prensa la Asesoría Jurídica del Colegio de Médicos de Cantabria, hasta la fecha en muchos juicios, los mismos hechos eran considerados como una "falta simple de insultos", con una pena sensiblemente inferior.

Por último, el asesor jurídico explicó que ésta como otras sentencias dictadas en el mismo sentido "hacen comprender tanto a usuarios y pacientes de un servicio público" que en el Estado de Derecho existen mecanismos suficientes garantes de los derechos como usuarios y pacientes, pero sin olvidar que también hay "obligaciones".

Para el asesor jurídico, "lo que en ningún caso es admisible ni soportable, por cualquier profesional que trabaje para un servicio público es la utilización por parte de los usuarios y pacientes del ataque sistemático y gratuito a su honor, estima y dignidad profesional como medio de expresar su frustración".

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