Para cumplir tal plazo, objetivo marcado por el Consistorio, los operarios aceleran los últimos trabajos, que en el día de hoy se efectúan en el tramo de Luis Montoto más cercano a la avenida de la Buhaira, en los carriles de tráfico en dirección a la avenida de Andalucía.

Ello ha sido posible gracias a la remisión de las últimas lluvias que se han vivido en la ciudad, y que posibilitó que hace dos semanas la constructora San José pudiera reanudar los trabajos con el inicio de los trabajos de fresado y asfaltado del viario.

En concreto, las obras se iniciaron en la intersección de Luis Montoto con Juan Antonio Cavestany y hasta la avenida de la Buhaira, continuando desde esta avenida hasta el hotel Los Lebreros. Las obras se realizaron durante el primer fin de semana en el acerado de los números impares, mientras que luego ya se trabajó sobre el de los números pares.

Movilidad ya garantizó que no habrá cortes totales al tráfico en las citadas vías, aunque sí se producirán desvíos puntuales del tránsito de vehículos rodados por el estrechamiento del viario en el que se trabaja.

Según explicó en su día el edil de Movilidad, Francisco Fernández (PSOE), la capa de cimentación no cuaja adecuadamente con la lluvia, con lo cual, dado el temporal anterior, si las obras se daban por terminadas "no serviría para nada y habría que volverlo a echar".

La intervención contará con una segunda fase que llevará esta actuación hasta el centro comercial Los Arcos, en la intersección de la avenida de Andalucía con la Ronda del Tamarguillo. La disposición futura será un carril de entrada al centro para el transporte público y el resto de salida desde la Ronda Histórica, con dos viales de tráfico ordinario, uno para el transporte público y otro para la vía de servicio, que alimenta la banda de aparcamientos del margen derecho de la vía hacia el Tamarguillo.

Por otro lado, la segunda fase comprenderá la ampliación desde Luis de Morales hasta la conexión con el paso subterráneo, siendo estas dos obras complementarias. Asimismo, se remataría la urbanización del paso soterrado con una plataforma peatonal que una el final de las barriadas de Madre de Dios y Los Pajaritos con el nuevo parque de la Ranilla, el centro cívico y las dependencias de Movilidad y Convivencia y Seguridad.