El pequeño alcalde, Pablo, inició la sesión leyendo un poema del escritor Kahlil Gibran. A continuación, dio paso a sus compañeros concejales para que leyeran lo que llevaban preparado de clase. Recordaron los derechos de los niños y reclamaron hacer de Murcia una ciudad justa y sin barreras.

El alcalde, Miguel Ángel Cámara, dio pie a los chicos para que pidieran lo que les gustaría que él hiciera.

Uno a uno, fueron pasando por el micrófono de las peticiones decenas de chiquillos. «Queremos más parques infantiles, un barrio sólo de niños, que la calle sea más segura, que en la televisión pongan programas para nosotros, ordenadores en Alquerías...».

Al final del pleno, los pequeños lo tenían claro. «De mayor no queremos ser políticos. Son aburridos, hablan demasiado y no se les entiende». Pablo, el niño alcalde, aseguró que será veterinario, y sus colegas se debatían entre estudiar derecho o medicina.