Los tres inconvenientes más frecuentes en los cuartos de baño son la falta de ventanas, que impide la ventilación y resta luminosidad, la falta de espacio y el uso de la madera, un material cada vez más de moda en decoración pero que se estropea más fácilmente con la humedad.

Si no tiene ventanas, la falta de luz se solventa con bombillas luminosas y de bajo consumo en tonos fríos más que cálidos.

También conviene azulejar y buscar encimeras y muebles de color claro o brillante (a veces un verde lima o un rojo intenso resultan más luminosos que un blanco, para los más atrevidos claro). Si las toallas están a la vista, también interesa que no sean oscuras.

Colocar espejos todo lo grandes que sea posible, siempre que se pueda, hará que rebote la poca luz  que haya y parezca una estancia más luminosa.

Cuando no hay ventanas también es frecuente entablar una guerra con los malos olores. Y ahí no hay más remedio que extremar la higiene y colocar elementos de olor agradable, preferiblemente que resulten también decorativos.

Siempre que sea factible, es mejor un jarrón o una bandeja con piedras de olor, un bonito recipiente con aceites esenciales o una bandeja con flores secas, antes que el típico spray o enchufe de olor.

Es muy importante que vigilar el sifón del sanitario para que no se quede sin líquido, ya sea por falta de uso, por evaporación ante el calor o por efecto de arrastre. Es una causa frecuente de malos olores difícil de combatir, sobre todo en pisos en los que no se habita normalmente. En esos casos es recomendable colocar una válvula de aireación.

Por otro lado, cada vez está más de moda emplear la madera en el cuarto de baño. Y no hablamos sólo de los muebles, sino de suelos y parede.  Pero hay que tener cierto cuidado ya que se trata de un  cuarto con cambios bruscos y considerables de humedad.

Lo ideal es que nos aseguremos de que la madera ha sido tratada para resistir esas duras condiciones. Se trata de un tipo de madera especialmente dura, poco porosa y con un acabado en aceite que funciona a modo de aislante térmico.

Si quieres fabricar un mueble para el baño o deseas utilizar una pieza que no ha tenido ese tratamiento, conviene tratarla si queremos que dure. ¿Cómo? Aplicando dos capas de sellador sintético, líándolo con una lija de papel abrasivo al agua y, por último, extendiendo tres manos de esmalte.

Ante la falta de espacio, muchas de las soluciones son las mismas que para aquellos cuartos de baño sin ventanas y poco luminosos: tener una buena iluminación, usar espejos que reflejen la luz y colores claros y luminosos.

Pero hay algunas cosas más a tener en cuenta:  limita en lo posible el número y tamaño de los muebles y saneamientos. Hoy día hay piezas muy atractivas realmente compactas. Si hay ducha o bañera (mejor ducha si hay poco espacio), opta por mamparas transparentes en lugar de mamparas opacas o cortinas de baño, aunque supongan un poco más de trabajo de limpieza.

Los radiadores, mejor planos. Mejor aún si no también toalleros. Probablemente merezca la pena cambiarlos si tienes radiadores viejos y voluminosos. El azulejado sin cenefas ni demasiado recargados. Y plantéate que la puerta se abra hacia el exterior o usar un tipo de puerta en acordeón o corredera.