La Fundación Marcelino Botín ha organizado un nuevo curso sobre cultivos frutales que comenzará mañana, 22 de marzo, en el Ayuntamiento de Herrerías, en Cades, dentro de su programa de desarrollo rural en el Valle del Nansa. El número de plazas del curso esta limitado a veinte personas, por orden de inscripción.

Los cultivos hortofrutícolas ofrecen una alternativa económica real al los agricultores. En Cantabria existen numerosos productores que desarrollan con éxito pequeñas explotaciones agrícolas de diferentes cultivos, bien para la comercialización directa de sus frutos o para transformarlos y elaborar productos agroalimentarios como por ejemplo vino, sidra o confituras y mermeladas, con buenos rendimientos económicos y una gran demanda en el consumo.

Los ayuntamientos de la cuenca del río Nansa reúnen las condiciones geográficas y climáticas necesarias para que puedan desarrollarse estas actividades agrícolas.

Por ello, la Fundación Marcelino Botín, en el marco del Programa Patrimonio y Territorio que desarrolla en el valle del Nansa y Peñarrubia, trata de dinamizar estas actividades en el valle con el objetivo de ofrecer un medio de vida en el ámbito rural y una oportunidad de desarrollo para futuros agricultores.

En esta línea, continúa un programa de formación técnica y de cualificación profesional iniciado en el valle en 2009 para mejorar la rentabilidad y la competitividad de las diferentes producciones. Así, tras el curso de esta semana está previsto otro sobre la vid y el manzano de sidra, entre el 14 y el 18 de junio en Quintanilla (Lamasón); y sobre la producción de arándanos, entre el 18 y el 22 de octubre en Puentenansa (Rionansa). Todos los cursos están coordinados por Juan Ignacio de Sebastián Palomares, ingeniero Técnico Agrícola, especialista del Centro de Investigación y Formación Agrarias de Cantabria (CIFA).