El 'ponemultas', sin funcionar desde hace tres semanas por el 'renting', interpuso 27.500 sanciones en 2009

La Policía Local asegura que el coche "nunca ha llegado a funcionar bien al ciento por ciento"

El coche 'ponemultas', que se puso en marcha en enero de 2007 como fórmula disuasoria para las infracciones del tráfico rodado en Sevilla y que permanece desde hace casi tres semanas aparcado por la finalización del 'renting', interpuso unas 27.500 sanciones a lo largo del pasado año 2009, según informaron a Europa Press fuentes municipales.

El radio de acción del vehículo se centra en las avenidas grandes —donde más se sufre el fenómeno de la doble fila— como el carril bus que va por la avenida de Carlos V desde Diego de Riaño hasta el Prado de San Sebastián, la avenida Luis Montoto, Eduardo Dato o Juan Antonio Cavestany, todas ellas vías de Nervión, "la zona donde más se suele concentrar este tipo de irregularidades", según explican los sindicatos.

La última problemática registrada por el 'ponemultas' —que en su tramo inicial de funcionamiento tuvo problemas de 'software' que obligaron en varias ocasiones a detener su actividad— ha sido el agotamiento del 'renting', razón por la cual el Ayuntamiento debe comprar el vehículo y ponerlo a su nombre para poder cumplimentar la documentación correspondiente.

De hecho, fuentes adscritas al Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) en el Consistorio hispalense explicaron a Europa Press que el vehículo "no ha llegado a funcionar bien al ciento por ciento", ya que éste siempre tenía algún problema, bien fuera por las cámaras, bien por el sistema informático o en la notificación de las sanciones.

Respecto a esta última deficiencia, ya superada, el sistema informático inicial con que contaba el coche era muy completo —permitía, entre otras cosas, operaciones relacionadas con 'barridos' de seguridad o registros de vehículos robados—, mientras que el que vino a continuación, según el sindicato, no contaba con tantas prestaciones.

Así, se daba la circunstancia de que si el 'ponemultas' hacía un recorrido de ida y vuelta por una vía y registraba un vehículo en infracción, este mismo vehículo era multado dos veces si no era retirado en ese lapso de tiempo, lo que obligaba a un trabajo "exhaustivo" de los agentes de la Policía Local que conducen el coche.

Ya el coche, que costó 72.000 euros y que fue adquirido a Quality, permaneció durante más de nueve meses con problemas relacionados con el 'software'. De esta manera, el ordenador de a bordo del 'ponemultas' tuvo problemas a la hora de procesar imágenes, al quedarse 'congeladas', no detectando de forma correcta ni matrículas, ni marcas, ni modelos de los vehículos infractores.

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