El ex director de la Guardia Civil Luis Roldán, en libertad desde este viernes, considera que no se ha hecho "el más mínimo esfuerzo" por encontrar el dinero malversado durante su gestión y que no se quiso perseguir al responsable de su desaparición que es Francisco Paesa.

"Ya no tengo que venir a dormir y estoy libre", declaró este viernes Roldán a su llegada al Centro de Inserción Social (CIS) Las Trece Rosas de Zaragoza, donde firmó su libertad.

"Yo creo que nunca se ha hecho el más mínimo esfuerzo por buscar, encontrar o seguir el tema del dinero. Creo que nunca se quiso abordar el seguirle al que lo poseía, y que poseía su control -y hay acreditación de que eso es así- que no es otro que Francisco Paesa" ex agente del Ministerio del Interior, señaló.

El ex director del Instituto Armado aseveró que "este señor (Paesa) dijo en su momento que el dinero era suyo y nunca ha sido perseguido por la Justicia española", durante una entrevista en Telemadrid, algo que repitió a su salida del CIS Las Trece Rosas, tras firmar su libertad.

"Nunca he tenido ningún tipo de contacto con esta persona. Lo que creo es que él estaba protegido, aunque sinceramente desconozco las conversaciones que mantuvo con el Ministerio del Interior de la época para pactar mi engaño y la farsa de mi entrega". aseguró.

Roldán afirmó que nunca ha tenido contacto con el dinero por lo que no puede facilitar ningún tipo de indicio a la Justicia y que lo que sabe al respecto es lo que ha podido leer en las distintas informaciones periodísticas.

"Yo he pagado por lo que he hecho", mientras que "otros no han pagado por lo que han hecho" y "se han ido de rositas o casi rositas", dijo Roldán tras quedar libre, antes de recalcar que ahora su intención es llevar "una vida normal en Zaragoza".

"Durante 15 años no ha sido buscado"

Según Roldán, se le han pagado a Paesa 300 millones por sus servicios y el blanqueo de esta cantidad fue negociada, "lo que nunca se ha investigado". "Él vive en París y durante quince años no ha sido buscado ni perseguido por alguna razón, declaró.

El ex director confiesa llevar "una vida austera y modesta en Zaragoza", que dispone en el banco de muy poco dinero, "el necesario para sobrevivir" y que sus recursos provienen de su jubilación y que "así seguirá siendo".

Su fuga y su captura

A finales de 1993, Diario 16 publicó varias informaciones sobre el incremento de su patrimonio, que obtuvo por las comisiones cobradas por la adjudicación "a dedo" de obras en los cuarteles de la Guardia Civil, que le reportaron unos 1.700 millones de pesetas (más de diez millones de euros). Roldán se dio a la fuga el 26 de abril de 1994 y permaneció desaparecido durante diez meses, hasta que fue detenido el 27 de febrero de 1995 en el aeropuerto de Bangkok (Tailandia).

El 26 de febrero de 1998, la Audiencia Provincial de Madrid le condenó a 28 años de prisión, pena que el Tribunal Supremo aumentó a 31 años en diciembre de 1999. Roldán también había sido también condenado a tres años de cárcel por el caso Urralburu por la Audiencia de Navarra el 7 de septiembre de 1998.

Estuvo internado diez años en un módulo especial de la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila) hasta que en 2005 le fue concedido el segundo grado. Presentó varios recursos, solicitó la refundición de sus condenas -que quedaron en 20 años- y pidió que se le aplicara el Código Penal de 1995 -había sido condenado por el de 1973-, que contemplaba penas más leves para los delitos que se le imputaron.

Así, en 2000 comenzó a aplicársele el nuevo Código Penal, pero hasta entonces se benefició de las redenciones por estudios y otras actividades previstas en el antiguo, por lo que los cinco años que había pasado en prisión computaron como diez. La Justicia también rechazó concederle el tercer grado, ya que una ley aprobada en 2003 prohíbe que lo disfruten los condenados por delitos económicos que no hayan satisfecho la responsabilidad civil.Sin embargo, el 15 de abril de 2005, la Audiencia madrileña le concedió el segundo grado  por buena conducta y según la recomendación de los informes médicos. Así, fue trasladado hace cinco años a su ciudad natal, Zaragoza, donde durante el día trabajaba en una agencia de seguros y por la noche dormía en el CIS Las Trece Rosas.