Los alcaldes controlarán los 'pisos patera' de la región con el padrón

  • La ley limitará los residentes por metro cuadrado desde 2011.
  • Los municipios madrileños admiten que ahora el hacinamiento crece sin ningún control.
Imagen de una corrala madrileña en la que hay pisos patera.
Imagen de una corrala madrileña en la que hay pisos patera.
JORGE PARÍS
Imagen de una corrala madrileña en la que hay pisos patera.

Todo el mundo sabe que existen, pero pocos se atreven a mostrarlos. Los llamados pisos patera (viviendas pequeñas donde residen muchas personas hacinadas) son una realidad en la región, pero quienes habitan allí se callan por miedo a perder su techo, los dueños no hablan porque están cometiendo una ilegalidad y los ayuntamientos reconocen que no tienen instrumentos para controlarlos.

Para sacar a la luz estos pisos patera, los municipios han promovido una modificación legal que limite el empadronamiento en función del número de personas por metro cuadrado de vivienda. "Todos los ayuntamientos madrileños están en la línea de regular la habitabilidad", según un portavoz de la Federación de Municipios (Femp).

Los consistorios de ciudades como Madrid, Móstoles, Alcalá y Leganés avalan estas palabras. "Ahora estamos con las manos atadas, sabemos que va a más, pero no hay forma de impedirlo", señalan fuentes municipales de la capital. De hecho, Gallardón se ha erigido en público en adalid de esta regulación.

El Gobierno central ha accedido e incluirá esta petición en la nueva Ley de Gobierno Local, que pasará por el Consejo de Ministros a mediados de año y estará en vigor, previsiblemente, en 2011.

10 m2 por habitante

El borrador de la ley incluye "una nueva regulación de las altas y bajas del padrón, al objeto de evitar los empadronamientos masivos en un domicilio", explican fuentes del Ministerio de Política Territorial. Todavía no se ha fijado el baremo para denegar la inscripción, aunque el INE considera que hay "hacinamiento moderado" cuando cada habitante dispone de menos de 10 m2, y "hacinamiento crítico" si son menos de 5 m2.

El Ayuntamiento de Torrejón intentó introducir por su cuenta un límite de 20 m2, pero tuvo que recular al no estar amparado por la ley. Con esta modificación, los municipios ya tendrán base legal. Sin embargo, algunos ayuntamientos introducirían excepciones. Es el caso de Alcalá, donde creen que "habría que excluir de esa limitación a los residentes con vínculos familiares"; o de Leganés, donde abogan por "dejar claros los límites para que no se utilice el padrón como instrumento para excluir a los inmigrantes", tal y como ocurrió en Vic.

En Lavapiés, Vallecas y Tetuán

La llegada masiva de inmigrantes ha disparado el número de pisos patera. En la región hay casi 40.000 viviendas con una densidad menor de 10 m2 por habitante (el 2,1% del total de pisos), según estimaciones del Equipo de Investigación Sociológica (EDIS). Tres de cada cuatro están en la capital, donde se concentran 30.500 pisos con hacinamiento (el 2,8% de las viviendas). Los barrios con mayor porcentaje de pisos patera son San Diego (Puente de Vallecas), donde el 7,7% de las viviendas tienen residentes hacinados; Lavapiés, con un 7,6%; y Berruguete y Valdeacederas (Tetúan), ambos con un 5,9%.

Ocultos y apretados

Los habitantes de pisos patera no se dejan fotografiar. Tienen miedo. La mayoría no tiene papeles y teme la expulsión. A otros les cuesta admitir que viven de ese modo. Pero no tienen opción.

La milla de la infravivienda: corralas diminutas en Mesón de Paredes, Amparo y Lavapiés. "La mayoría de mis paisanos viven con más gente en una misma habitación", dice un subshariano. La densidad de Lavapiés, la cantidad de gente que puebla sus calles y la estrechez de las corralas (con casas de menos de 30 m2) no dejan dudas del hacinamiento que existe en el barrio.

Calle Salitre, 25: sólo 5 m2 para cada subsahariano."Siempre hay trasiego de gente", dice una vecina de toda la vida. "Ahí viven seis personas, a veces más, en 32 m2, son todos hombres de Senegal", explica otro vecino, natural de Bangladesh. Se esconden de las miradas por miedo.

Zulos junto a Gran Vía: viviendas convertidas en minipisos. En una calle trasera de Gran Vía, el dueño de un edificio ha llenado la planta baja de zulos patera: cada uno tiene menos de 20 m2 e incluso ha instalado un falso techo para meter más gente. "Son familias enteras de chinos", dice un vecino.

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