Según informaron fuentes policiales, de los 1.296 camiones que fueron controlados —1.230 nacionales y 66 extranjeros— sólo 30 (el 2,3 por ciento) dieron motivos para una denuncia. Seis de ellas se impusieron por irregularidades en la documentación del vehículo o el conductor, tres por deficiencias técnicas, una por exceso de velocidad y las 20 restantes por otros motivos como estacionamiento irregular.

Durante las inspecciones realizadas se prestó atención especial a las posibles deficiencias técnicas de los vehículos, su peso, la distribución de la carga, la correcta utilización de tacógrafos, la documentación exigida a vehículos y conductores, la utilización del cinturón de seguridad y la velocidad.

Según los datos aportados por la DGT, durante 2008 este tipo de vehículos estuvieron mayoritariamente implicados en los accidentes. En concreto 1.594 en vías y 1.234 en zona urbana, que causaron 33 muertos, de los cuales una treintena eran otras personas —conductores de otros vehículos o peatones que fueron atropellados—.