La eurodiputada del grupo de los Verdes Europeos Mónica Frassoni afirmó este miércoles, último día del debate en el Parlament catalán sobre el futuro de las corridas de toros en esta región, que, guardando las distancias, el sufrimiento "inútil" de los toros en las corridas se basa en la misma lógica que utilizan el hombre "que mata a patadas a su mujer y dice que la quería un montón" o los que discriminan a las personas por el color de su piel.

El PSC, el PP y C's se posicionan a favor de la fiesta frente a la postura abolicionista de ERC e ICV, y el intento de CiU de mantener una posición equidistante.

Frassoni, presidenta del Partido Verde europeo, compareció en el Parlament para participar en el debate planteado tras la admisión a trámite de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) presentada por la plataforma Prou para prohibir las corridas en Catalunya. Para la eurodiputada, la corrida, "como la caza", es la expresión de unos valores machistas y de falta de igualdad y de "imposición" entre el hombre y la naturaleza a la que se quiere dominar, en este caso el toro, "al que se mete en la plaza donde no puede salir, una competición tramposa, valores que sería mejor superar, una diversión que no tiene lugar en esta sociedad".

Frassoni cree que este debate es similar al que se produjo en Inglaterra con la caza del zorro, o en Italia con la tradición de lanzar burros desde los campanarios, y en el que se acabó imponiendo la idea de que no se podía convertir en diversión la muerte de un animal.

Muerte a patadas

"Las mentalidades de los hombres evolucionan. Estamos hablando de un tema que tiene que ver con los valores y la cultura, pero no con la libertad", puntualizó la eurodiputada. No obstante, su comparación de la lógica de los toros con el maltrato a mujeres provocó la queja de varios diputados. Frassoni remarcó que este debate "no es una cuestión de identidad" y que "uno no es menos español o menos catalán porque no le gusten los toros".

Además, aseguró que el negocio de los toros recibe entre 520 y 550 millones de fondos públicos para el mantenimiento de estos espectáculos, aunque sólo un 7% de la población española, según una encuesta, son aficionados a la fiesta, frente a un 70% de indiferentes.

Defensa de las corridas

El ex torero Luis Francisco Esplá reconoció que "sería absurdo" negar el sufrimiento del toro en la plaza, pero remarcó que esta fiesta es un rito que compensa la muerte de las reses bravas, una raza que, dijo, ha evolucionado genéticamente para embestir en el campo y en la arena.

El ex torero pidió irónicamente la abolición de los toros, "el único espectáculo comparable con la ópera", ya que, argumentó, para muchos "es denigrante para esta sociedad ver como los taurinos se regodean en lo cortés, el valor, la honestidad, la generosidad y el respeto a la norma y la tradición".

Esplá reconoció que el "entendimiento" entre taurinos y antitaurinos es "imposible" y apuntó que aunque debe haber una ética en el tratamiento a los animales, ésta debe estar siempre "ajustada" a la finalidad.

Pedro Balañá, empresario y propietario de la plaza de La Monumental, único foso en activo de Cataluña, negó por su parte que las corridas hayan perdido público y subrayó que, por el contrario, desde 2003 ha habido un aumento progresivo de asistentes a las corridas.

El director del Departamento de Fisiología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Carlos Illera, explicó que, según un estudio, el estrés de los toros durante la lidia es menor que el que padece, por ejemplo, cualquier animal durante su traslado en un camión.