La flota de bajura de Cantabria expresa mañana en Madrid su "malestar" por el cierre de la pesquería del verdel

Los pescadores de anzuelo piden a Oria seguir pescando este año "aunque sea con un cupo mínimo" o que se articulen ayudas

Pescadores cántabros de cerco y anzuelo (flota de bajura), que llevan amarrados a puerto desde el pasado 5 de marzo, acudirán mañana, 17 de marzo, a Madrid, para concentrarse frente a la Secretaría General del Mar (calle Velázquez) y manifestar su "malestar" ante el cierre de la pesquería de caballa (verdel o sarda).

De esta manera pretenden hacer llegar sus reivindicaciones a la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, que "aún" no les ha "recibido", pese a que hace unos días solicitaron una reunión urgente con ella.

Los pescadores dieron a conocer hoy sus reivindicaciones —que consideran "sobradamente justificadas"— a través de un comunicado. Entre ellas destaca la petición de un incremento del TAC (Total Admisible de Capturas) para España, ya que según los informes científicos el stock del verdel está "en muy buen estado y no corre ningún peligro de sobreexplotación".

Recuerdan que este año corresponden a España "únicamente" 26.500 toneladas de un total de 572.000, mientras que países del Norte de Europa tienen "cuotas elevadísimas", pese a que dedican su pesca a subproductos como harinas de pescado.

También solicitan un reparto "más justo" por modalidades de pesca en función de la participación real y otros parámetros, como las posibilidades de pesca, el empleo y las condiciones socio-laborales de los trabajadores.

"La parte histórica con la que se ha hecho el reparto es más perjudicial para la bajura" al tiempo que "favorece a la flota de arrastre que ha acabado con pesquerías suyas tradicionales", sostienen.

Así, según insisten, el reparto "favorece indiscutiblemente" a la flota de altura, mientras que a los barcos de bajura no se les ha permitido "ni tres semanas de actividad". "La flota de altura ha estado pescando desde enero y ha terminado su cuota la última", recalcan.

Asimismo, piden que el cupo de pesca y desembarque se establezca por tripulante y día, con independencia de la modalidad de pesca. "La Administración no ha hecho caso de nuestras reivindicaciones autorizando cantidades muy superiores y favoreciendo de nuevo a una flota con respeto a la de bajura que da mayor cantidad de empleo", añaden.

Cupo mínimo o ayuda

Por su parte, representantes de los pescadores de anzuelo trasladaron hoy al consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca o Biodiversidad del Gobierno de Cantabria, Jesús Oria, su petición de que se pueda seguir pescando este año, "aunque sea con un cupo mínimo".

En caso contrario, piden que se articulen ayudas para los barcos de anzuelo, según manifestó a Europa Press Manuel Vinatea, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de la región, al término de la reunión que mantuvieron con Oria.

De cara a próximos años, solicitan que "se presione cuanto sea necesario" hasta que se fije un cupo para la caballa "igual para todos los barcos".

En este sentido, Vinatea recordó que siempre han pedido que se establezca en función del número de pescadores embarcados "para todas las modalidades".

Asimismo, demandan que la orden que regule las capturas esté publicada "por lo menos" a principios de enero, para "saber a qué atenernos antes de iniciar la costera", según dijo.

El representante de los pescadores cántabros indicó que la Consejería de Pesca les ha asegurado que les "apoyará en todo" lo que haya que hacer.

"golpe terrible"

Los pescadores de anzuelo y cerco de Cantabria consideran que el cierre de la pesquería del verdel ha supuesto para la flota de bajura un "terrible golpe sobre unas espaldas ya muy castigadas".

Así, recuerdan que la flota de anzuelo "no ha tenido apenas ingresos" desde el pasado mes de julio, cuando terminó la costera de bonito a cacea que fue "catastrófica", "una ruina". Por ello, su "supervivencia económica" se fundamenta en la pesquería del verdel, que es "uno de los pilares de su sustento".

Mientras, la flota de cerco ha pasado "durante cinco años un situación muy difícil" por la prohibición de pescar anchoa, ya que las ayudas recibidas "no han podido evitar la ruina de muchas de las embarcaciones de cerco" de la región. Así, la cantidad asignada a la flota española no es más que un "pequeño salvavidas" para estas empresas.

"El TAC asignado a España de esta especie es claramente insuficiente puesto en juicio con las flotas que dedican a esta pesquería y con situación biológica del recurso, que permite una explotación mucho mayor sin ningún riesgo para la especie", concluyen los pescadores de cerco, que también subrayan que en el momento del cierre de la pesquería "existía una gran demanda de este pescado en el mercado español".

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