Tres sindicalistas fueron detenidos esta mañana, sobre las 8.30 horas, tras comenzar la huelga indefinida convocada en congelados Froxá (Santiago de Cartes) por la no readmisión por parte de la empresa de cinco trabajadoras fijas que fueron despedidas la semana pasada.

Los arrestados —dos miembros del Comité de empresa (Victoria Fernández Iglesias y Delfina Junco) y el asesor en la Mesa de Negociación, Jesús de Cos— permanecieron alrededor de tres horas en el cuartel de la Guardia Civil de Sierrapando, donde se les identificó y tomó declaración, según confirmaron a Europa Press fuentes de la Guardia Civil y Jesús Gallo, secretario de la Organización Federal Agroalimentaria de CC.OO.

En concreto, fueron detenidos por supuestos delitos contra el orden público, resistencia y desobediencia a agentes de la autoridad. Así, están acusados de resistirse y desobedecer de manera "reiterada" a la Guardia Civil, que les instaba a retirarse de la entrada de la fábrica para que entraran en su interior los trabajadores que no secundan la huelga.

Según la Guardia Civil, el resto de empleados concentrados en las puertas de Froxá que siguen el paro —unas treinta personas— sí accedieron a retirarse, pero los tres detenidos se negaron llegando incluso a "agarrarse a los barrotes" de una verja.

A su salida del cuartel, De Cos denunció la presencia "totalmente desproporcionada" de efectivos antidisturbios de la Guardia Civil. "Se han presentado en el lugar hasta 20 coches de la Guardia Civil que nos han tratado como a delincuentes", criticó.

Según relató, tras recibir un aviso para que se dispersara la concentración de trabajadores —en torno a 30 que se encontraban ante la verja de acceso a la empresa portando una pancarta— los antidisturbios "pertrechados con escudos y fusiles nos atacaron con botes de humo y golpes, nos tiraron al suelo y nos ataron".

Una actuación "totalmente desproporcionada", insistió, de la que este sindicalista responsabiliza directamente a la Delegación del Gobierno en Cantabria.

Además, De Cos denunció que los efectivos, —que siguen teniendo acordonada la empresa para evitar que los trabajadores puedan intentar acceder al interior—, "no nos han permitido siquiera informar a los trabajadores del motivo de la huelga".

Respuesta desproporcionada

En la misma línea, Gallo tachó de absolutamente "impresentable" la actitud de la Guardia Civil, cuya respuesta fue "desproporcionada", basada en la "falta de diálogo" y una "agresividad total".

Indicó que había también una treintena de efectivos, "grandes como torres", que "no les han dejado hablar" con los trabajadores que entraban en la fábrica (jefes, personal de oficina, etc). "No nos han dado pie, nos han desalojado", aseveró.

El sindicalista aprovechó para denunciar que se ha modificado el horario de los turnos "de forma unilateral", ya que los tres que había (de 6 a 14 horas, de 14 a 22, y de 22 a 6 horas) se han "unificado" en un único turno de 9 a 17 horas, con el objetivo de "reventar" la huelga y "boicotearla", según dijo. HUELGA

Por último, Jesús Gallo indicó que la huelga indefinida y las concentraciones seguirán mañana. El comité de empresa acusa a Froxá de no cumplir lo pactado en el convenio colectivo de 2008, en el que "se comprometía" a mantener el numero de trabajadores indefinidos hasta diciembre de 2010. Las trabajadoras despedidas prestaban sus servicios en Froxá desde hace más de 20 años.

Sus despidos se han producido después de haberse pactado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de ocho meses, que finalizó la semana pasada y sin que la empresa haya mantenido "ningún tipo de diálogo" con los trabajadores para negociar "posibles salidas", según CC.OO..

La empresa Froxá, ubicada en Santiago de Cartes y dedicada a la fabricación de productos congelados, tiene una plantilla de 67 trabajadores.