Chirac propone un "servicio civil voluntario" para los jóvenes de los barrios difíciles

El presidente francés, Jacques Chirac, llamó el lunes a todos los franceses, con independencia de su origen, a implicarse "verdadera y personalmente" en la lucha contra el "veneno" de la discriminación, y anunció la creación de un "servicio civil voluntario" para los jóvenes de los barrios difíciles.

En una intervención solemne, trasmitida por radio y televisión, Chirac precisó que ese servicio civil voluntario "asociará acompañamiento y formación" y afectará a 50.000 jóvenes en 2007, con el fin de ayudar a resolver la crisis de los barrios de las periferias de muchas ciudades francesas.

Los jóvenes que se beneficien de ese "servicio civil voluntario" serán remunerados y recibirán el equivalente del salario mínimo interprofesional (SMIC) que ronda los 1.100 euros mensuales o una ayuda "del orden de los 500 euros" al mes, así como diversas ventajas en materia de transporte, vivienda o comidas.

Un 20% de viviendas sociales

Chirac pidió a los representantes de los municipios respetar la ley, que impone ofertar "el 20 por ciento, al menos, de viviendas sociales", pues "no se saldrá de la situación actual sino hay coherencia entre el discurso y los actos".

A los alborotadores les dijo que la violencia no resuelve "jamás" los problemas y a todos los "chicos de los barrios difíciles" que son "hijos de la República", al margen de sus orígenes o de su religión.

Chirac anunció además su intención de reunirse en los próximos días con patronal y sindicatos para abordar la cuestión de la "diversidad y del empleo de los jóvenes de los barrios difíciles", pero descartó establecer "cuotas", pues serían "injustas" para quienes no tengan derecho a ellas.

Añadió que se reunirá igualmente con los responsables de todos los medios audiovisuales para pedirles que "reflejen mejor la realidad francesa de hoy". Finalmente, invitó a los jefes de los partidos políticos a asumir también "su responsabilidad" en la necesidad de reflejar esa diversidad en la vida pública, que es "una exigencia para hacer vivir nuestra democracia".

Con gesto grave, Chirac estimó que los disturbios que vive Francia desde el pasado 27 de octubre expresan "una crisis de sentido, una crisis de referentes y una crisis de identidad", a la que las autoridades francesas responderán "siendo firmes, justas y fieles a los valores de Francia".

Lucha contra la inmigración irregular

El jefe de Estado, cuya ausencia durante los diez primeros días de la crisis fue muy criticada, consideró igualmente que habrá que ser "estricto en la aplicación de las reglas de reagrupación familiar" y abogó por sancionar a los padres que no asuman su responsabilidad en materia de autoridad paterna.

Chirac instó además a "reforzar la lucha contra la inmigración irregular y los tráficos que genera", así como a "intensificar la acción contra las redes de trabajo clandestino, esa forma de esclavitud moderna".

"No construiremos nada duradero sin respeto", "si dejamos crecer, de donde venga, el racismo, la intolerancia, la injuria o el ultraje" y si no "se combate ese veneno para la sociedad que son las discriminaciones", subrayó el jefe del Estado, que lucía unas llamativas gafas de pasta oscura.

Su intervención se produce el mismo día en que el Consejo de ministros dio luz verde a un proyecto de ley para prorrogar tres meses el estado de emergencia que entró en vigor el pasado día 9 y que expira el 20 de noviembre.

Se trata de la tercera vez, pero la primera de forma solemne, que Chirac se expresa sobre la ola de violencia que vive Francia tras la muerte accidental por electrocución de dos adolescentes.

En las dos ocasiones anteriores, el jefe del Estado había hecho hincapié en que su "prioridad absoluta" era el restablecimiento de la seguridad y del orden público, condición previa para aplicar un programa de justicia social e igualdad de oportunidades para todos.

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