Tribunales.- Condenado un empresario del marisco por contratar a sicarios para cobrar sus deudas

Un Juzgado de lo Penal ha condenado a un empresario sevillano del marisco, identificado como J.A.R.C., al pago de una multa de 1.800 euros por un delito de realización arbitraria del propio derecho, todo ello al contratar a sicarios para cobrar las deudas contraídas por un cliente.

Un Juzgado de lo Penal ha condenado a un empresario sevillano del marisco, identificado como J.A.R.C., al pago de una multa de 1.800 euros por un delito de realización arbitraria del propio derecho, todo ello al contratar a sicarios para cobrar las deudas contraídas por un cliente.

Según relata la sentencia, fechada el pasado día 21 de febrero y a la que ha tenido acceso Europa Press, con motivo de la relación comercial existente entre el condenado y J.M.A., éste adeudaba al primero la cantidad de 16.387 euros, de lo cual abonó 1.000 euros el día 1 de octubre de 2007.

La sentencia añade que, tras "numerosos" intentos "infructuosos" de cobro de la deuda, el imputado, "en vez de acudir a las vías legales", en abril de 2008 contactó con J.R.G. para que éste, "a través del medio que estimara oportuno y que incluía atemorizar a J.M.A.", lograra el cobro de la cantidad adeudada a cambio, "como honorarios", del 50 por ciento del importe obtenido.

En este sentido, indica que J.R.G. aceptó el encargo, contando con la colaboración y concierto de su cuñado, C.G.B., y de R.F.R., y de esta manera acudió en una primera ocasión a una nave ubicada en la localidad gaditana de Conil de la Frontera, donde dijo a J.M.A. "que tendría que pagarle si no quería que le pasara nada, logrando atemorizarle", todo ello mientras su cuñado y R.F.R. "se apostaban en la puerta de la nave en actitud vigilante y de control de la entrada y salida".

Manotazo a un guardia civil

De este modo, y como en ese momento el cliente no entregó cantidad alguna, en junio de 2008 C.G.B. acudió a la referida nave, haciéndole entrega J.M.A. de 2.000 euros, mientras que en julio de 2008, y también en la nave, J.R.G. le dijo al cliente deudor, "pasándose la mano por el cuello, que tenía que pagar lo adeudado y que él tenía la manera de que pagara, en actitud intimidatoria y amedrentadora".

Asimismo, indica que el cliente había puesto los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, cuyos agentes, escondidos dentro de la nave, se fueron acercando a la oficina pudiendo ver lo ocurrido momentos antes, pero cuando decidieron intervenir, J.R.G. se puso en pie e intentó salir del lugar dando un manotazo a uno de los agentes, aunque fue detenido en ese momento.

Por todo ello, el Juzgado condena a J.A.R.C. al pago de 1.800 euros por un delito de realización arbitraria del propio derecho así como al pago de 30 euros por los daños morales causados al deudor, aunque lo absuelve del delito de robo con intimidación del que estaba acusado.

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