Hamaikabat afirmó hoy que "la unión vasca garantizará la continuidad" del pueblo vasco y señaló que "es necesario un mundo en el que los pueblos con voluntad nacional sean libres". Además. aseguró que el primer lehendakari, José Antonio Aguirre, prefería "la democracia imperfecta a un régimen de violencia" porque "el empleo del terror siempre es un crimen".

Los miembros de las ejecutivas nacional y territoriales de Hamaikabat se dieron hoy cita hoy la localidad vasco-francesa de San Juan de Luz para rendir homenaje Aguirre con motivo del 50 aniversario de su fallecimiento.

En un sencillo acto, que se desarrolló junto a la lápida del primer lehendakari en el cementerio del municipio, los representantes de la formación nacionalista realizaron una ofrenda floral.

El presidente de Hamaikabat, Iñaki Galdos, procedió a la lectura de un manifiesto en el que se destaca que José Antonio Aguirre "ha sido y continúa siendo el referente más relevante de la acción institucional y social del nacionalismo", y lideró la generación que ejecutó la primera "modernización ideológica" del nacionalismo.

Con este homenaje y con otras iniciativas que Hamaikabat realizará durante los próximos meses, quiso "saldar la deuda de reconocimiento" que tiene "con este hombre excepcional, pragmático y clarividente", y mostrar su identificación con "la tradición fecunda del nacionalismo vasco que personifica".

En este sentido, Galdós se reafirmó en "una de las enseñas principales en las que creyó Aguirre hasta el fin de sus días: la libertad de los pueblos". "Es necesario un mundo en el que los pueblos con voluntad nacional sean libres para que ejerciten el elemental derecho a la continuidad de su condición de pueblo. Es, desde el reconocimiento, como se tiene que desarrollar la convivencia y la solidaridad de los pueblos", aseveró.

Tras señalar que el lehendakari Aguirre "jamás vio sometida la dignidad humana a la lealtad nacional", añadió que "el bien del ser humano y el bien común de la sociedad nacional deben ir de la mano, debemos tener presente que la sociedad se organiza al servicio de la persona".

"Como consecuencia, el código moral de una nación libre comienza, también para nosotros, por la afirmación de una sociedad plural de personas libres y el reconocimiento de los derechos y libertades de las mismas. La nación prospera sobre las instituciones que la articulan y éstas se sustentan en las personas que representan", señaló.

Por ello, dijo que "el desarrollo de una nación depende más de las personas que se identifican con ella que de cualquier otra cuestión" porque "los derechos de la nación son, en definitiva, los derechos de las personas que participan de ella".

En esta línea, subrayó que José Antonio Aguirre "prefería la democracia imperfecta a un régimen de violencia". "El empleo del terror siempre es un crimen. No puede existir neutralidad cuando están en juego la libertad y la dignidad de las personas", indicó.

En su opinión, "los medios constructivos son más eficaces que las restricciones políticas para combatirlo, es decir, los instrumentos más eficaces contra las minorías totalitarias o violentas son la conciencia cívico-democrática, el ejercicio de la libertad cotidiana, la participación política y un desarrollo socio-económico auténticamente humano".

También recordó que a Aguirre le ilusionaba "la autonomía política como oportunidad para implantar un sistema social original y justo para los vascos, un sistema volcado a asegurar el trabajo, a establecer para los trabajadores una participación efectiva en los beneficios de las empresas, a garantizar el bienestar para las personas y familias". "Hamaikabat quiere representar, sin duda alguna, esta visión social de aquellos nacionalistas", subrayó.

"la unión vasca"

Asimismo, apuntó que "es imposible entender la conducta de Aguirre sin valorar sus esfuerzos por la unión vasca". "Como consecuencia de este afán de unión del lehendakari, se ha consagrado la realidad del hecho político vasco y su arraigo popular. Bajo su dirección, el Gobierno vasco que tuvo la capacidad de unir a diferentes y de ejercer un liderazgo y confianza entre los vascos, inspiró una conciencia colectiva y un sentido organizador importantes", manifestó.

En su opinión, se trata de "una voluntad de unión de los vascos que aún tras la muerte de Aguirre, ha guiado los pasos de buena parte de las aspiraciones de este pueblo" y que supuso "un resurgimiento nacional, en lo social, lo cultural y lo económico", y que "trajo, años más tarde, la restauración del Gobierno y el Estatuto".

"Por todo esto, Aguirre es la fuente más significativa de inspiración de Hamaikabat. Creemos que la unión vasca garantizará nuestra continuidad como pueblo, creemos en el progreso democrático frente a las minorías totalitarias, creemos que son las personas libres las que conforman la nación libre, y creemos en la convivencia entre los pueblos sobre la base de la libertad", concluyó.