En declaraciones a Europa Press, Corral explicó que el sector de la vivienda sigue "totalmente parado", y precisó que ya no puede ir a peor, dado que el 2009 cerró con datos pésimos, por lo que los arquitectos esperan que se produzcan signos positivos a medio plazo, con un moderado repunte en el número de visados, si bien a corto plazo la tendencia seguirá "igual que ahora", con una "paralización total" de nuevos proyectos de edificación.

Así, Corral destacó que no será hasta finales de 2010 cuando los arquitectos, el primer eslabón que se pone en marcha en toda la cadena de la edificación con la redacción de un proyecto, cuando se empezarán a vislumbrar signos de recuperación. Por tanto, "el resto del sector (constructores, industria auxiliar) empezarán a notar una reactivación a mediados de 2011", previsión que ya hizo el Colegio en 2007, año en que el sector empezó a caer de forma importante.

Desde entonces, la caída ha ido en picado, hasta que en el último trimestre de 2009 "se ha frenado" y ahora, detalló, la línea es "en horizontal", "ni vamos a mejor ni a peor", sostuvo Corral, que remachó que "las posibilidades de que el sector caiga más son difícilmente posibles. Nos vamos a mantener en esta situación, no hemos empezado a despegar, y la situación es terriblemente similar a la del último trimestre del año 2009", insistió, a la espera de que finalice el mes de marzo para disponer de los datos definitivos del primer trimestre.

En este contexto, Corral explicó que los efectos en el sector del Decreto Nadal y del Plan E han sido "mínimos". En un momento de crisis tan severa como la actual, manifestó, "la administración era la única que podía jugar a romper esta situación, intentando reactivar el sector con planes específicos para ello". Sin embargo, tanto en el caso del decreto turístico como del Plan E, "el sector apenas lo ha notado".

En el caso del Plan E, en concreto, la "premura" con la que los consistorios tuvieron que empezar a hacer obras para poder beneficiarse de las ayudas estatales (un mes aproximadamente) hizo que los arquitectos "no pudiéramos optar a presentar proyectos de envergadura" y por tanto los fondos disponibles se destinaron a realizar obras de menor calado (cuestiones de alumbrado, red viaria) y "no tuvo ninguna incidencia el los arquitectos", apostilló.