El felino, de unos 50 kilos de peso, llevaba puesto un bozal y el propietario del animal tenía en regla todos los permisos de tenencia de animales salvajes.

El Parque del Agua ha sido escenario de algunos hechos insólitos cuando, hace casi año, se descubrieron unos puestos camuflados y unas trampas para cazar pequeños animales. El hallazgo se produjo durante una inspección rutinaria de este espacio verde y se localizaron redes y otros útiles para capturar presas colgando de los árboles dentro del soto.

Cuando los técnicos inspeccionaban los artilugios que colgaban de las ramas, se descubrió a unas personas de origen asiático con un pico, que al detectar la presencia de los responsables del Parque salieron corriendo.

También, en abril del año pasado, se localizó a dos personas de origen asiático que salían del soto con un siluro de gran tamaño, de más de 40 kilos de peso. Al parecer, los captores del gran pez lo tuvieron que despedazar y transportar en bicicleta dentro de bolsas de basura.