Las investigaciones se iniciaron en febrero, al tener conocimiento de que en un domicilio del distrito de Trànsits algunos miembros de una misma familia podrían estar dedicándose a la venta de sustancias estupefacientes. Tras 15 días de sucesivas vigilancias en diferentes horas del día, los investigadores averiguaron las identidades de los miembros del clan, así como el domicilio desde el que presuntamente vendían tanto hachís como marihuana.

Los agentes pudieron dilucidar que cada miembro del clan ejercía una función determinada. Así, la madre se sentaba a la puerta del domicilio presuntamente realizando labores de vigilancia, el padre se encontraba dentro del domicilio y los hijos llevaban a los posibles clientes.

Los policías realizaron un registro en el domicilio y detuvieron a cinco personas que se encontraban en su interior e intervinieron más de medio kilo de hachís y 1.479 euros, entre otros efectos. Los detenidos, con antecedentes policiales, pasaron a disposición judicial.