El origen de este tipo de construcciones se remonta a la primera mitad del siglo XX como paso de los ejércitos en las montañas de Los Alpes. Posteriormente, fue utilizado por los pastores, y, poco a poco, su uso ha sido adecuado a finalidades turísticas y deportivas. España cuenta con varias instalaciones de este tipo en la zona de Aragón y en los Pirineos, pero no dispone de ninguna en la Cornisa Cantábrica.

La dificultad de este tipo de caminos varía en función de su longitud, desnivel y la aproximación o retorno que tenga. En sus secciones más difíciles están equipadas con cables, peldaños de hierro, tirolinas o puentes colgantes.

El proyecto que se ha presentado hoy se completaría con un centro receptor de visitantes frente al Balneario de La Hermida, que se ha presentado a la Consejería a través del Programa de Desarrollo Rural 'Leader'.

Asimismo, durante la reunión, el alcalde ha trasladado a Oria la necesidad de mejora del camino de Aspeón, que necesitaría ser hormigonado, y del vial de Puerto Las Llaves.