Economistas auguran un crecimiento lento en la economía murciana pero celebran la recuperación y la salida de quirófano

El séptimo Barómetro del Colegio advierte que en los próximos meses las empresas pasarán lo peor y la crisis pesará más en las familias

Los economistas auguran expectativas de crecimiento en la Región de Murcia, aunque advierten que para conseguir la recuperación "hay que sanear muchas partes de la economía". Aunque perciben que se trata de un crecimiento "lento", ya que el "postoperatorio que se está sufriendo es más largo de lo que se preveía, se observa que ya no se vuelve otra vez al quirófano, sino que estamos en proceso de recuperación, en planta".

Así se desprende del séptimo Barómetro del Colegio de Economistas en el que han participado unos 250 profesionales, elaborado entre diciembre del pasado año y enero de 2010, y cuyos resultados presentaron hoy, en rueda de prensa, el decano de la institución, Ramón Madrid; el vicedecano primero del Colegio de Economistas, José Ignacio Gras; y el vicedecano segundo, José María Moreno.

En este sentido, Moreno aseguró que existen estas "expectativas de crecimiento de la economía de este año, pero todo está cogido con alfileres".

Para entenderlo mejor, realizó un simil con la medicina, argumentando que "lo que ocurre es que al enfermo se le ha curado en lo más grave que tenía en su momento", el problema financiero, pero han surgido otras complicaciones, que denominó infecciones, que pueden propiciar que la recuperación "se atrase".

Según una de las conclusiones del Barómetro, cerca de dos tercios de los encuestados (61,7 por ciento) indica que está igual o mejor con respecto a su situación económica personal.

Comparado con el informe de la edición anterior, los economistas observan un pequeño índice de variación positiva, puesto que el porcentaje de los más pesimistas ha descendido en 4,7 puntos y ha aumentado aquellos que respondieron con un "igual", aunque declinan hablar de los famosos "brotes verdes".

Sin embargo, sí se aprecia un cambio de tendencia desde el inicio de edición del Barómetro en lo que se refiere a la situación de la economía regional en relación a un año atrás, puesto que cerca de un 80 por ciento de los encuestados piensa que ha empeorado, cuando en la edición anterior este parámetro suponía casi el cien por cien.

Según el decano de dicha institución, "estamos casi en el fondo y en algunos aspectos determinados, muy en el fondo", por lo que opinó que "se supone que se empezará a salir de la crisis", aunque no concretó si en forma de 'U' o de 'L', según los distintos informes de Hispalink o Funcas, puesto que "no todos los analistas coinciden".

Sobre estos determinados aspectos, hizo alusión a los niveles de consumo, de materias primas o de construcción, dado que, resaltó, "es difícil que se pueda bajar más, ya que los niveles de actividad son mínimos respecto a años anteriores".

"Cuando se sale de la crisis, por lo menos las vividas hasta ahora, no por ello se empieza a generar empleo neto", explicó Madrid, quien sostuvo que "se generará empleo, pero todavía se seguirá destruyendo, ya que es de las últimas magnitudes que empieza a crecer cuando se sale de la crisis".

Los economistas, que se mostraron optimistas al hablar de un crecimiento en torno al 0,4, comentaron que lo bueno es que se pasará de un decrecimiento a un crecimiento.

Igualmente, por primera vez en el Barómetro los economistas entienden que "es un poco peor la situación económica regional en la actualidad frente a la nacional", valoradas en un 3,35 sobre 10 la primera de ellas, frente al 3,60 la del conjunto del país.

Fortalezas y debilidades.

En el capítulo de fortalezas de la economía regional, Gras puso de manifiesto que "la opción que destaca claramente por encima del resto, con más del 50 por ciento de apoyos, es la existencia de unas condiciones naturales de gran potencial para el desarrollo del sector agroalimentario, el turismo residencial y las energías renovables", hasta el punto de que todo ello, unido a las condiciones naturales, "son los puntos fuertes en los que hay que apoyarse para intentar recuperar la economía regional".

En segundo lugar, se sitúa, aunque a más de 20 puntos de distancia (30,6 por ciento), la fortaleza de una "cultura tradicional del agua que propicia su ahorro y eficiencia"; seguida (29,5 por ciento) de la "consolidación de un entramado de relaciones económicas entre las actividades turísticas, agroalimentarias, comerciales y logísticas" así como una "dinámica demográfica favorable" (27,7 por ciento).

En cuanto a las debilidades, los tres problemas en los que coinciden los encuestados son la "insuficiencia" de recursos hídricos, con un 46,2 por ciento; el paro, con un 35,3 por ciento; y el "escaso" gasto en I+D+i por parte de las empresas, con un 34,7 por ciento.

En este punto, Gras aludió a la pérdida de confianza en las fortalezas, por lo que abogó por "volver a dar una especie de impulso y confianza". Y es que, aunque es "difícil" precisar fecha, "sólo iremos saliendo si se incorporan cada vez más grados y niveles de confianza".

También consideró que "hay que mejorar la simbiosis universidad-empresa, ya que es una fortaleza que existe pero que todavía no se valora con lo que debería de ser".

Mientras que los sectores de crecimiento sobre los que recaen las expectativas más favorables son los servicios sanitarios, salud y atención social; industria agroalimentaria; turismo, ocio y hostelería; y nuevas tecnologías de la información y el conocimiento.

Suspenso en la situación de las empresas y familias.

Por su parte, Moreno, que desgranó la situación económico-financiera de las empresas y familias de la Región, comentó que en relación al momento actual, en una escala de 1 (muy mala) a 5 (muy buena), las puntuaciones medias han sido de 2,17 para las empresas y de 2,35 para las familias.

Se deduce, por tanto, que la crisis golpea más a las empresas que a las familias en el momento actual, aunque se prevé que en los próximos seis meses la situación de las familias empeore y el peso de la crisis recaiga sobre éstas, mientras que las empresas pasarán lo peor.

Una situación que se ve agravada por el nivel de empleo, según perciben los economistas, que entienden que para salir de la situación "se deben tomar medidas que serán dolorosas para las familias", como por ejemplo la subida del IVA.

En esta edición del Barómetro, también se plantea la necesidad de una reforma laboral en casi el 90 por ciento de los encuestados, que pasaría por la reducción del ámbito de la negociación colectiva para aproximarla a la realidad de las empresas, seguida de una reducción de cotizaciones a la seguridad social, y modernizar la negociación colectiva actual de tipo sectorial-provincial. La que presenta un menor grado de acuerdo es el abaratamiento del despido.

Medidas de la comunidad,

Buenas pero insuficientes.

Preguntado por la opinión que le merecen las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo de Ramón Luis Valcárcel, el decano del Colegio de Economistas de Murcia sostuvo que "son buenas, aunque insuficientes".

Al hilo, hizo referencia al parque de viviendas de segunda residencia como "uno de los grandes problemas que tenemos". Es por ello por lo que consideró que "las medidas del Gobierno murciano son insuficientes no porque sean malas, sino porque no pueden llegar a más y no tienen mayor capacidad". "Está claro que hemos vivido un auge económico espectacular y que no lo hemos sabido aprovechar en algunos aspectos", admitió Madrid.

A tenor de esta situación, los economistas sitúan el año 2020 como marca para el lanzamiento de iniciativas modernizadoras por parte de los gobiernos.

Entre estas medidas, proponen en primer lugar la incorporación y potenciación en el sistema educativo de valores como el espíritu emprendedor, la creatividad y la excelencia como vectores de la competitividad regional; y realizar dotaciones presupuestarias adecuadas en I+D+i.

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