El menor al que supuestamente agredió su progenitor por dejarse una luz encendida declaró hoy que su padre le pegaba con frecuencia, sin explicarle los motivos, y le pedía que no se lo contara a nadie. El acusado, por su parte, reconoció haberle pegado dos bofetones porque el niño "le estaba mintiendo a la cara". "Mi intención era corregirle; que no cometa el error que han cometido mis padres conmigo. Estuve años perdido en la droga", declaró.

Durante la vista oral, que se celebró hoy en la sala de lo Penal número 4 de Oviedo, el fiscal ratificó la petición de que se le condene a nueve meses de prisión por un delito de lesiones e interesa que se le prohíba acercarse a menos de 500 metros del menor, así como que se comunique con el mismo por cualquier procedimiento, durante tres años. El juicio quedó visto para sentencia.

Por su parte, el letrado de la acusación particular -ejercida por la madre del menor y ex pareja del imputado- solicita que se le imponga la pena de dos años de cárcel por un delito de lesiones y otro de amenazas.

En el juicio, el menor -de 13 años- explicó que vive con su madre desde la fecha en la que ocurrieron las supuestas agresiones, con quien dijo estar "mejor". Asimismo, aseguró que, desde entonces, no ha tenido ningún contacto con su padre. Según su relato de los hechos, su padre se enfadó cuando le sorprendió asomado a la ventana de la cocina con la luz encendida, subió y le dio bofetones, patadas y un empujón que le tiró al suelo.

Durante su declaración, el acusado indicó que se desencadenó una discusión con el niño porque éste había perdido el teléfono móvil. Señaló que durante la misma, su hijo, que por entonces contaba con once años, "le contestó y se puso chulo". "Le di dos bofetones, que bastante me pesa, pero no patadas". "Era un niño bastante difícil", justificó.

"trombocid y maquillaje"

La madre, que declaró en calidad de testigo, aseguró que el niño le tenía "mucho miedo" a su padre porque "lo reventaba desde hace tiempo" y dijo que el día anterior a la agresión le amenazó poniéndole "un abrecartas en la boca". Comentó asimismo que su ex pareja le echaba al menor "Trombocid y maquillaje en los ojos cuando estaba marcado". "Mi hijo no es como los otros niños porque los otros padres no revientan a sus hijos", lamentó.

La vista fue interrumpida por el juez durante la declaración del menor y continuó, tras un receso, a puerta cerrada.

Según la calificación del Ministerio Público, los hechos sucedieron entre las 20 y las 22 horas del 5 de noviembre de 2008 en el domicilio en el que residían padre e hijo. Con el supuesto motivo de haber dejado la luz encendida, el padre golpeó al menor, "dándole bofetadas y varias patadas por debajo de la cintura" que le causaron lesiones consistentes en un hematoma en la sien y en el muslo izquierdos que requirieron una sola asistencia.