'Turia' redescubre a Domingo Gascón, el tercer amante de Teruel, y rinde homenaje a Alfredo Castellón

La revista cultural 'Turia' distribuirá su nuevo número este mes de marzo, con dos artículos, dedicados a redescubrir la historia de Domingo Gascón y Guimbao, el llamado tercer amante de Teruel, y a homenajear la intensa labor en el cine, la televisión y la literatura del zaragozano Alfredo Castellón, que este año cumplirá su ochenta aniversario.

El historiador Carlos Forcadell traza, en el artículo que publica en 'Turia', la simbólica trayectoria de un personaje único: el erudito, polígrafo, empresario y político turolense Domingo Gascón y Guimbao (1845-1908). Su biografía ilustra las firmes convicciones y el talante emprendedor de quienes, como él, siempre trabajaron sin descanso en defensa de los intereses materiales y morales de la provincia más meridional de Aragón.

Sin duda, como bien subraya Forcadell en su trabajo, "la historia de las tierras turolenses a lo largo del siglo XIX puede recrearse encadenando tres biografías representativas e iluminadoras de ese pasado: Isidoro de Antillón, Víctor Pruneda y Domingo Gascón".

Domingo Gascón y Guimbao nació en Albarracín en 1845 y se formó políticamente al calor de la revolución democrática de 1868, vivida desde su condición de joven estudiante en la Universidad de Valencia y pronta adhesión a la cultura y política republicanas, que mantuvo y cultivó hasta los años finales del siglo. Fue un escritor público, historiador, periodista y fundador de periódicos, también abogado y hombre de negocios, publicista, y un político republicano que acabó integrado en el Partido Liberal de la Restauración.

Según Carlos Forcadell, fue tanta la pasión turolense de Domingo Gascón que algunos lo bautizaron como "el tercer amante de Teruel". Quizá su mayor y más singular empresa fue la edición de la 'Miscelánea Turolense', una publicación periódica que se editó durante diez años y que elaboró, editó y distribuyó gratuitamente desde su domicilio madrileño desde el 10 de marzo de 1891 hasta el 15 de enero de 1901.

A través de la 'Miscelánea', Gascón promovió el regeneracionismo entre los turolenses porque de lo que se trataba era, en sus propias palabras, alentar "el esfuerzo individual y colectivo de sus hijos para sacar a la provincia de la postración y el abatimiento en que se halla sumida".

Para conseguirlo, Gascón orienta la publicación hacia la recuperación de efemérides turolenses, de documentación local y de turolenses ilustres. Su reto es tratar de que el recuerdo de la identidad pasada refuerce los lazos comunitarios para facilitar la solución de los problemas del presente y abrir un futuro de progreso.

Alfredo castellón

Otro de los artículos que publica 'Turia' es el dedicado a glosar la labor intelectual de Alfredo Castellón. Este próximo mes de noviembre cumple ochenta años, y la revista ofrece un trabajo de divulgación sobre su vida y obra que ha escrito el filólogo e historiador de cine Pablo Pérez Rubio.

Quizá la mejor definición de Alfredo Castellón (Zaragoza, 1930) es la que le brindó el guionista y escritor Julio Alejandro: "¡Pero mira que eres raro, hijo mío!". Sin embargo, en Alfredo Castellón hay que subrayar su capacidad de hombre polifacético, de variopintas aficiones y profesiones: licenciado en Derecho, dramaturgo, realizador de televisión, cineasta, escritor de literatura infantil, director teatral, viajero, ocasional poeta, articulista, cuentista, ensayista.

Desde su ingreso en 1956 en Televisión Española, Castellón iniciaría una ingente tarea como realizador que le llevaría a ser el responsable de multitud de programas dramáticos, como los famosos 'Novela' y 'Estudio 1', que le llevarían a poner imágenes televisivas a textos de Shakespeare, Molière, Calderón de la Barca, Chejov, Beckett o escritores españoles contemporáneos como Benavente, Mihura o Nieva.

Su labor en TVE le valió públicos reconocimientos en los años 60 y, más recientemente, la concesión en 1999 del Premio Talento otorgado por la Academia de Ciencias y Artes de Televisión.

Respecto a sus largometrajes, es muy significativo que Castellón acometiera la adaptación al cine de tres obras singulares de la literatura española del siglo XX: 'Platero y yo', de Juan Ramón Jiménez, con la que Castellón tuvo problemas con la censura; 'Las gallinas de Cervantes', de Ramón J. Sender, consiguió en 1988 el Premio Europa en el Festival de Televisión de Berlín, y 'San Manuel Bueno, mártir', de Miguel de Unamuno, nunca llegó a rodarse.

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