Cómplice guiño al sufrimiento

Ana Diosdado reflexiona sobre la vida y la muerte en los monólogos de Óscar o la felicidad de existir.
Tras varios años fuera de los escenarios, a Ana Diosdado le ha vuelto a picar el gusanillo de la interpretación con la obra dramática Óscar o la felicidad de existir. El montaje es  una adaptación de Juan José Arteche de un relato del famoso escritor francés Eric-Emmanuel Schmitt.Su director, Juan Carlos Pérez de la Fuente, destaca su atrevimiento teatral y sus monólogos a varias voces, donde «cada personaje aflora sin artificios ante nuestros ojos, como si se tratara de los colores del espectro, capaces de separarse o reunirse en un mismo punto de luz».

Es una visión esperanzadora de la vida y de la muerte, donde se relatan los últimos doce días de vida de Óscar, un niño que con sólo diez años padece leucemia.

Alrededor de la cama del joven pasarán numerosos personajes que mantienen el ritmo de la historia: sus padres, sus amigos, el médico y las enfermeras.

El bastón de apoyo

Sin embargo, quien más cerca estará de sus sentimientos y dolores será Mami Rosa, a la que da vida Diosdado, la voluntaria que a diario le visita en el hospital y que le insufla grandes dosis de coraje, ironía y valentía ante el fatal desenlace.

Con ella compartirá intimidades e ilusiones en un ambiente que, paradójicamente, estará lleno de alegría e imaginación. Y es que, el autor de la obra original señaló que esta historia es un canto a la vida porque «la felicidad no consiste en ignorar el sufrimiento, sino en integrarlo».

* Gran Teatro Avenida del Gran Capitán, 1. Hoy a las 21 h. Entradas: de 5 a 18 euros.

De lo mejor del teatro francés

La ausencia de pesimismo es una de las características de Schmitt, dramaturgo, novelista y filósofo nacido en Lyon en 1960. En sólo 10 años, se ha convertido en el autor teatral francés más representado en su país y el extranjero. Sus obras, traducidas a 28 idiomas, se han estrenado en más de 35 países.

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