Duncan Jones: "Warcraft' sufrió la tortura de los mil cortes"

En la China imperial, el ling chi o "muerte de los mil cortes" era el castigo más extremo y más temido: consistía, como su nombre indica, en la amputación de cachitos del cuerpo del condenado, hasta que la suma de mutilaciones acababa provocándole la muerte. Así pues, dado que Warcraft: El origen salvó su cuenta de resultados gracias a que el videojuego original causa pasiones en el país asiático, es irónico que el director Duncan Jones use ese símil para hablar de la producción de su película. "Hacer una película como esta, e intentar que tenga personalidad propia, es como sufrir la tortura de los mil cortes", explica el director. "No me refiero sólo a los cortes en el montaje, sino a pequeños cortes que, al principio, parecen inofensivos". Dado que, según se comentó en su día, el montaje de Warcraft perdió alrededor de cuarenta minutos antes de que la película llegase a los cines, es fácil entender lo que dice Jones.

"Cuando hago una película, la hago por entero", señala Jones en una entrevista con Thrillist. "Cada decisión que tomo, ya sea sobre la historia, sobre los personajes o sobre el vestuario, todo tiene que encajar. Y, cuando tienes que aguantar todos esos pequeños cambios, sobre todo a lo largo de tres años y medio, acabas ocupando todo tu tiempo en preguntarte cómo puedes parchear todo lo que te han estropeado". Aun y pese a esto, y pese al rechazo que Warcraft provocó en EE UU ("O la amas, o la odias", admite), el cineasta explica que estaría dispuesto a volver para una secuela: "Si hubiese la posibilidad de rodar otra película en el universo de Warcraft, me encantaría aprovechar los tres años y medio de trabajo duro y empezar a divertirme de una vez. O es eso, o es que soy masoquista".