A este respecto, el secretario autonómico de Gobernación, Luis Ibáñez, indicó que los agentes de este grupo especializado de la Policía de la Generalitat, dependiente de la Conselleria de Gobernación, realizarán cada día, entre el 7 y el 14 de marzo, una labor de prevención en las inmediaciones de la plaza de toros de Castellón.

Ibáñez destacó que estos agentes se incautaron durante 2009 de un total de 44 entradas de reventa de espectáculos taurinos, de las que una corresponde a Castellón, y el resto, a las incautadas en Valencia.

Señaló que "la Policía de la Generalitat incrementa sus actuaciones año tras año para erradicar la reventa ilegal de entradas de toros". Precisó que en 2009 "los agentes efectuaron 923 servicios en espectáculos taurinos, entre los que se encuentran las actuaciones contra la reventa de entradas".

El responsable autonómico comentó también que la Policía de la Generalitat "realizará durante la feria de La Magdalena una labor contra la reventa ilegal que se dirige en un doble sentido, por un lado evitar la venta ilegal de estas entradas y, por otro, intervenir las entradas en el momento en que se produce el acto delictivo". En este caso, los agentes se incautan las localidades y levantan la correspondiente acta de denuncia.

Por otra parte, Luis Ibáñez destacó el trabajo que realizan los equipos taurinos de este cuerpo de seguridad, que se encargan de "velar por que el espectáculo transcurra con las mejores garantías durante la feria de La Magdalena".

Explicó, en este sentido, que dentro de la plaza de toros la Generalitat trabaja para garantizar la seguridad en dos líneas. Por una parte, realiza los nombramientos del equipo taurino formado por el presidente de la plaza de toros, el delegado gubernativo y los adjuntos del mismo, que se encargan de levantar acta de todas las incidencias que se produzcan durante la corrida.

Su labor comienza con el análisis de la res cuando llega a la plaza 48 horas antes del evento taurino, para comprobar que el precinto del camión que transporta los animales de las ganaderías a la plaza está en perfecto estado, que la res está inscrita en el libro genealógico de reses de lidia, o que su peso y edad se encuentra entre los límites que indica la ley, es decir, ya que los toros deben pesar como mínimo 460 kilos y tener una edad comprendida entre los 4 y los 6 años, señaló la Generalitat.

Además, el presidente del festejo, junto con los veterinarios, es el encargado de realizar un reconocimiento a los animales para comprobar entre otras, el trapío, que no presente ninguna lesión y que la cornamenta se encuentre en perfecto estado. El mismo día de la corrida de toros, los veterinarios realizan un segundo reconocimiento y se procede al sorteo y al posterior enchiqueramiento de las reses.

Evitar manipulación

Desde el momento en el que las reses se encuentran en los chiqueros, los agentes de la Policía de la Generalitat se encargarán de vigilar que no haya ninguna manipulación de los mismos hasta el momento en el que salgan a la plaza.

Por lo que respecta al orden público, los agentes autonómicos tienen presencia física en el callejón de la plaza, al tener la competencia exclusiva en espectáculos y, más concretamente, en espectáculos taurinos.

Ibáñez consideró que para que los festejos taurinos se desarrollen en "toda su integridad y con todo su esplendor es imprescindible que la seguridad esté garantizada, que el espectáculo transcurra con las mejores garantías, que se cumplan todas las normas y se respeten los derechos e intereses del público y de todos los que intervienen en él".

El responsable autonómico indicó que "fruto de este compromiso", la Conselleria de Gobernación celebró el pasado mes de febrero las 'V Jornadas de formación para Presidentes y Delegados de plazas de toros de la Comunitat Valenciana', "dirigidas a actualizar y profundizar en la preparación de los responsables de estos espacios", para que "los espectáculos taurinos se desarrollen en todo su esplendor y transcurran con las mejores garantías".