En un encuentro hoy con los medios de comunicación, Llinares insistió en que la Subdelegación "siempre ha estado dispuesta a prestar la colaboración que el Ayuntamiento solicite", si bien recordó que "el botellón no es un problema policial" y la Policía Nacional "no tiene competencias para sancionar el que se beba en las calles".

Por ello, consideró que la Junta Local de Seguridad Ciudadana convocada por el Ayuntamiento de Alicante es el "marco adecuado para poner en marcha mecanismos de coordinación y de colaboración", y por ello la Subdelegación acudirá a este encuentro "con toda la predisposición a colaborar".

El 'botellón' "es un tema más amplio, social, que requiere de definición de políticas activas de qué se quiere hacer con el tema", explicó, al tiempo que reiteró que la Policía Nacional está "para colaborar con lo que se defina que se quiere hacer".

Ante los "malentendidos" que se han producido en las últimas semanas con el Ayuntamiento de Alicante, Llinares subrayó que "el problema del botellón no es un problema de de quién es el espigón". "Me parece absurdo, hay que abordarlo, hay que ver qué se quiere hacer, y nosotros estaremos ahí para colaborar como siempre hemos estado, pero no es un problema de seguridad ciudadana", indicó al respecto.

La subdelegada explicó que la Policía Nacional tiene competencias en el 'botellón' "si hay trifulcas, si hay alteraciones del orden público, si tiene constancia en la prevención de las drogodependencias o si llevan objetos peligrosos".

Por eso, aclaró, la intervención el pasado sabado de la Policía Nacional, cuyos efectivos desalojaron a los participantes en el botellón del espigón, fue "una actuación puntual, porque se recibieron muchísimas denuncias".