El anuncio de la Comunidad de Madrid de declarar las corridas de toros Bien de Interés Cultural en pleno debate antitaurino en el Parlamento de Cataluña ha desatado la polémica entre los madrileños. Así, tanto la oposición al Gobierno de Aguirre, como los ecologistas y hasta el propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, han acusado a la presidenta de Madrid de querer politizar y rentabilizar electoralmente la discusión de las corridas de toros.

"La decisión es un disparate y forma parte de la estrategia de Esperanza Aguirre de saltar a la palestra en los grandes temas políticos a nivel estatal", asegura Teo Oberhuber, portavoz de Ecologistas en Acción. En esta misma línea se expresa el presidente de Equanimal, Eladio Ferreira, que califica la decisión de "golpe en la mesa" y asegura que referirse a las corridas de toros como bien de interés cultural "roza el insulto".

El anuncio está "basado en varias falsedades", como que la mayoría de los madrileños está a favor de las corridas de toros o que éstas son un acto de interés cultural. Así, Oberhuber alude a unas encuestas que indican que sólo el 10% de los madrileños es aficionado a los toros, mientras que el 70% rechaza una actividad que "fomenta valores de desprecio, tortura, agresividad y sufrimiento".

"Lejos del planteamiento democrático"

"Es una burla a la inteligencia, la ética y a los verdaderos intereses culturales", aseguran Los Verdes de Madrid. "Embrutecer a los ciudadanos con la sangre de animales es más propio de circos romanos", añade la Comisión de Defensa Animal del partido. Pero "como Aguirre es aficionada a los toros, está utilizando un cargo público para su interés personal", explica Oberhuber, lo que "encaja mucho con sus planteamientos políticos de extrema derecha, lejos del planteamiento democrático que pasaría por abrir un debate".

"Es muy triste que se identifique con España una fiesta en la que se tortura y se haga espectáculo del sufrimiento y del dolor, tanto en las plazas como fuera de ellas. Igual que nos puede resultar escandaloso y horrible una pelea de perros", lamenta la presidenta del Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal, Maite Barbeito.

Ecologistas en Acción cree que la decisión le pasará factura ya que la Comunidad "se va a encontrar de frente a la sociedad y habrá actos de protesta". No son los únicos que auguran movilizaciones. "La iniciativa no se va a llevar a cabo. El movimiento antitaurino va a reaccionar para lograr que la defensa de los derechos de los animales salgan adelante", pronostica Ferreira.

"Oportunismo grosero"

Por su parte, los portavoces del PSOE e IU en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez y Gregorio Gordo, han calificado la iniciativa "oportunismo grosero" y de "irrelevante" para las necesidades de los parados y en general de los ciudadanos madrileños. Tras subrayar que en Madrid "no hay ningún debate" y que las "preocupaciones reales" de los madrileños son el "desempleo, la crisis y las medidas que se están tomando y que están generando más fractura social", Gordo ha advertido a Aguirre de que "la pérdida de tiempo se castiga con tarjeta amarilla".

Hasta el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha adimitido no ser aficionado a las corridas de toros, ha solicitado que "no se politice" o se "intente sacar un voto" con este tema, ya que, a su juicio, "algún movimiento de última hora tiene más que ver con la política que con el debate.

Por si fuera poco, este viernes Valencia y Murcia han avivado el fuego apuntándose a la defensa taurina. Y mientras, Aguirre sigue en sus trece y ha declarado que "a nadie le puede extrañar" y que "no hay más que ver que, desde Goya, Picasso o García Lorca o fuera de nuestras fronteras, Hemingway y Orson Welles, todos se han ocupado de los toros como arte".

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