El Ayuntamiento de Madrid no retirará los quioscos instalados en la Puerta del Sol y en la plaza de Callao que no han gustado a la Comunidad de Madrid y estará a lo que decidan los tribunales en caso de que el asunto llegue a la Administración de Justicia.

En rueda de prensa tras la Junta, el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, ha señalado que la instalación de bienes muebles en cualquier lugar de la ciudad es "una competencia absolutamente municipal", ha asegurado no entender "que se quiera crear una polémica con este asunto" y ha garantizado que "no vamos a contribuir".

Cobo no ha mencionado la palabra tribunales y no ha querido anticipar lo que pueda hacer el Gobierno regional pero ha dicho que ésta no es "una discusión política, es una discusión contencioso administrativa y estaremos a los que nos digan, nosotros y todos los ayuntamientos".

A su juicio, es el ayuntamiento el que decide sobre "la colocación de quioscos, puestos de castañas, flores, maceteros, bolardos... en cualquier lugar, sea BIC (Bien de Interés Cultural), sea centro histórico", y "si otras personas mantienen otra postura alguien nos tendrá que decir quién tiene razón".

"No va a discutir públicamente"

Entre tanto, ha subrayado, el Ayuntamiento "no va a discutir públicamente" una cuestión que entiende que "no debe causar más entretenimiento" y no va "a dar lugar a ningún escándalo".

"Si el interés de alguien es que los puestos de castañas, aunque sea en la Puerta del Sol, sean decididos por la Comunidad nosotros discrepamos de ello y vamos a discutir lo menos posible".

Como indicó el vicepresidente regional, Ignacio González, el pasado día 2, el Ayuntamiento de Madrid deberá retirar los quioscos de la Puerta del Sol y la plaza del Callao que no están autorizados por la Comisión Local de Patrimonio o de lo contrario, la Comunidad aplicará las sanciones que prevé la ley.

El problema, para el Gobierno regional, es que esos quioscos, que se inauguraron la pasada Navidad, no cuentan con el visto bueno de la Comisión Local de Patrimonio, que depende de la Comunidad de Madrid y que hasta en tres ocasiones ha rechazado el modelo de quiosco escogido por el Ayuntamiento, por considerarlo "antiestético" para un lugar declarado Bien de Interés Cultural.