En rueda de prensa, acompañado del coordinador regional de Izquierda Unida, Daniel Martínez, el alcalde de la localidad aseguró que piensan presentar recursos de manera inminente ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM), al considerar que las sentencias no se ajustan a derecho.

Mota argumentó que las sentencias dan la razón al Ayuntamiento, al considerar que los monumentos no cumplían la Ley de Memoria Histórica y que el consistorio no ha actuado por la vía de hecho, como señalaban los demandantes.

Sin embargo, el alcalde subrayó que el magistrado ha intentado hacer un "encaje de bolillos", y contentar a todas las partes, para lo que ha "inventado" nuevos términos dentro de la Ley de Memoria Histórica, como es la "retirada parcial" de las cruces.

El primer edil explicó que en este caso no cabe tomar una decisión salomónica. "El juez ha sacado la espada de salomón y quiere cortar a la criatura por la mitad para contentar a todo el mundo y así, según él, armonizar los intereses en conflicto"

"Señala su señoría que tenemos que contemplar esa cruz como un elemento desde una perspectiva exclusivamente religiosa, entiende que puede moderar las pretensiones de las partes resolviendo fuera de lo establecido en la Ley y ordenando una retirada parcial", manifestó.

El alcalde incidió que no se puede despojar a las cruces de su simbología franquista porque forman parte de la identidad del régimen.

En la misma línea se expresó el coordinador regional de Izquierda Unida, quien criticó también la actitud de la Diócesis de Cuenca, y subrayó que otros obispados, como el de Albacete o el de Madrid, han asumido "con naturalidad" la retirada de ciertos símbolos de acuerdo con la Ley de Memoria Histórica, por lo que se preguntó por qué en Cuenca se actúa de otra manera.

"No entendemos esta disparidad de criterios; yo creo que la Iglesia debía asumir con toda naturalidad que los valores que representan todo este tipo de monumentos y simbología franquista son totalmente contrarios a los valores que quiere representar la Iglesia de democracia, solidaridad, libertad o derechos humanos", aseveró.

Finalmente, añadió que "creo que la mayoría de los fieles no estaría de acuerdo", y criticó que el Gobierno regional está "mirando hacia otro lado" en este asunto, y no está poniendo empeño en retirar estos símbolos", concluyó.