En rueda de prensa, el presidente de la asociación, Xurxo Álvarez, aseguró que las cuantías se redujeron un 20 por ciento en el momento de proceder a su pago. "Es un dinero que les correspondía —a los ganaderos— y que no les dan", reprochó y aseguró que el Gobierno gallego lleva al rural "camino de la extinción por la vía económica".

En respuesta, y dado que no han recibido una explicación oficial por parte de la consellería, comenzarán a mediados de mes una campaña informativa por las explotaciones para animarlas a que recurran ante los tribunales. Para ello les presentarán un modelo elaborado por los servicios jurídicos de la federación, que señala que las pruebas son la carta de aprobación de la ayuda y el ingreso de la cuantía, con lo que pretenden demostrar que el dinero pagado es menos del concedido.

Otro representante de Fruga, Manuel Da Cal, apuntó que están afectadas en torno a 5.000 explotaciones en toda Galicia, en particular en la zona oriental de montaña —se acogieron mayoritariamente a unas subvenciones para pastos permanentes, que son las que sufren el mayor recorte—, y concretó que las líneas de ayuda que sufrieron el recorte son las de contratos de explotación sostenible y las ayudas al aconsejamiento de explotaciones.

Las primeras, que estaban dotadas con 150 millones para cinco años, de los que 15 correspondían al ejercicio de 2008, pasaron a una cuantía de 12 millones; mientras que las segundas pasaron de una ayuda base de 800 euros por explotación a 640. En este caso, la suma global supone un descenso de 900.000 euros, agregaron.

Da Cal censuró que la Xunta no comunicó a los ganaderos que se reduciría la cuantía que tenían aprobada con cargo a los fondos de 2008. "No hubo un acto administrativo anunciando que iban a rebajarlas", expuso y criticó la "indefensión" en la que se deja a los titulares de las explotaciones. Álvarez, por su parte, criticó que, pese a la crisis, "quienes pagan son los de siempre, los más desfavorecidos".