Según destacó Muñiz, "de gira traeremos el mismo espectáculo que se estrenó en 2006 en Barcelona, donde estuvo dos temporadas, y que luego estuvo otras dos temporadas más en Madrid". Por sus 1.000 representaciones han pasado, de acuerdo con sus datos, casi un millón de espectadores.

Recordó que la obra se estrenó como musical a principios de los años 70, en el circuito de off-Broadway, y, de forma casi inmediata, consiguió un enorme éxito de público, más siete nominaciones a los Premios Tony, los más importantes galardones teatrales de Estados Unidos. Este éxito le sirvió a la obra para dar el salto a los grandes teatros de Nueva York.

Poco después, el espectáculo comenzó una gira por todo el país, contando con un jovencísimo John Travolta entre su elenco. Después, dio el salto a Londres, donde su protagonista fue encarnado por un entonces desconocido Richard Gere. Por el musical pasaron, en sus primeros años, actores luego tan conocidos como Patrick Swayze o Brooke Shields.

En 1978, se estrenó la película, y el resto es historia. Para Gisela, "no es un problema para nosotros ser fieles a la película, al contrario, es un referente, es lo que conoce la gente, y, en una obra como ésta, resulta arriesgado hacer cambios que no se sabe si el público va a asumir".

La cantante, que se atrevió a cantar 'a capella' un fragmento de su papel de Sandy, dijo que el espectáculo "es un musical que hay que ver, te ayuda a desconectar de todo, tiene un positivismo y una energía tremendos, tanto, que es precioso ver como la gente acaba cantando y bailando, sólo les falta subir al escenario".

Recalcó que se trata de "un musical familiar, abarca todas las generaciones habidas y por haber", a lo que sumó que "todo el mundo se identifica incluso con la estética" y el "lujo que supone tener música en directo". En este sentido, afirmó que "venimos todos los que estábamos en la obra en Madrid, llevamos ya tiempo juntos, y el buen rollo se nota en escena".

"La gente no va a venir a verla sólo una vez, se engancha", afirmó la artista, que comparte escenario con Tony Bernetti y Carlos Solano, que se turnan en el papel de Danny, y la también 'ex-triunfita' Elena Gadel, como Rizzo. A ellos se unen hasta 25 artistas en la obra, más 6 músicos en directo.

Javier Muñiz recalcó que "no se trata de una franquicia, es un musical fiel al original, pero con factura española". Así, la dirección es de Ricard Raguant, que ya ha llevado a escena otros musicales míticos en su versión española, como 'Siete novias para siete hermanos' o 'Cantando bajo la lluvia'; mientras que la coreografía es de Coco Comín y la dirección musical es de Manu Guix, ambos populares también por 'OT'.

"Vamos camino de repetir los 10 años que la obra permaneció en Broadway, desde 2006 que fue el estreno, más los al menos dos años que tenemos por delante de gira, ya nos plantamos en los seis años de representaciones, y no descartamos volver a Madrid y Barcelona. Los musicales tienen cada vez más público", dijo Muñiz. "También es una obra muy familiar y muy cómica, y en momentos como éstos hay que reirse", finalizó Gisela.