En un comunicado, Romero, tras conocer la detención en Francia de Beñat Aguinagalde, al que las fuerzas de seguridad del Estado señalan como el presunto asesino de Isaías Carrasco e Inaxio Uria, y de otros dos presuntos miembros de ETA, señaló que quienes contemplaron "la muerte hasta desangrarse de Isaías y cómo la familia Uria se hundía en la pena y el recuerdo de Inaxio" están hoy "muchísimo más felices que ayer, porque la justicia de los demócratas está más cerca de aplicarse a aquél que, presuntamente, decidió dedicar su vida a matar en vez de a salvar vidas", en alusión a Aguinagalde.

Asimismo, trasladó "un abrazo emocionado a la familia Carrasco y a la familia Uria, porque aunque nadie les devolverá la vida arrebatada por ETA de Isaías e Inaxio, deben tener la confianza de que los que les queremos y creemos en el Estado de Derecho, sabemos que los que les mataron han sufrido la persecución policial y ahora sentirán la acción de la justicia".

Romero afirmó que estos momentos "son también desgarradores porque hacen recordar el momento en que se nos arrebató a nuestros amigos, se destrozó la vida de sus familias y convirtieron el mundo de éstas en uno triste y melancólico, en recuerdo permanente de lo que perdieron por la violencia irracional y gratuita de los matones de ETA".

A su juicio, la banda terrorista "ha de interiorizar que los demócratas no vamos a parar ni un minuto de perseguirles para detenerles y hacer justicia por todas las víctimas de su violencia irracional".

En este sentido, añadió que la banda terrorista "debe conocer que su final lo estamos construyendo entre todos los demócratas, expulsándolos de la vida social y política de Euskadi".

"Nunca la violencia injusta y la muerte de inocentes podrán acabar ganando la guerra", aseveró y advirtió a ETA que se les seguirá para "repudiarles socialmente, perseguirles judicial y policialmente y hacerles pagar por sus crímenes".