Gilabert apuesta por repetir el bipartito ERC-PSC en la Diputación de Lleida

El presidente de la Diputación de Lleida, el republicano Jaume Gilabert, asegura, casi tres años después del pacto con el PSC que le dio la presidencia de la institución, que hoy volvería a firmarlo en las mismas condiciones.

"La salud del pacto de la Diputación de Lleida es perfecta", afirmó en una entrevista a Europa Press Gilabert, que con sólo tres diputados gobierna con el apoyo de los diez socialistas, nueve del PSC y uno de Unitat d'Aran.

"Si de aquí a año y medio las condiciones fuesen las mismas de hace tres años yo creo que el pacto se podría repetir", señaló convencido de que no hay elementos en estos momentos que hagan prever que no se pueda repetir el pacto de la Diptación.

A su juicio, ahora es prematuro hablar de una cosa que no depende sólo de

Erc "depende de los resultados electorales".

De la distancia que marca el PSC respecto a sus socios en la Generalitat ERC e ICV o ERC respecto a ICV, Gilabert aseguró que es una táctica electoral de precampaña.

"Aquí nadie se puede quitar a nadie de encima hasta que los votos no estén en las urnas y no se haya hecho el recuento, marcar distancias lo haremos todos", aseveró.

Agregó, en este sentido, que las declaraciones sobre las diferencias de los partidos del tripartito de la Generalitat (ERC, PSC e ICV) no salpican a la Diputación.

"Este es un pacto de cuatro años, de mandato y se está cumpliendo con una exactitud que yo diría que roza la perfección", insistió Gilabert para quien el pacto está afianzado desde el primer día.

"Aunque es cierto que el primer año hubo unos ceses conocidos por un tema delicado que afectaba a personas que eran cargos políticos, eran de un color como hubieran podido ser de otro", dijo Gilabert refiriéndose al relevo de dos altos cargos socialistas por favorecer la contratación de parientes. "A partir de ese momento no hubo incidencias de ningún tipo", agregó.

Respecto a las consecuencias en las relaciones de PSC y ERC tras la ruptura de algunos pactos municipales, como el de Mollerussa, donde los republicanos salieron del gobierno dejando al PSC en minoría, Gilabert precisó que el acuerdo entre los dos partidos se hizo sólo por la Diputación.

Reconoció que en una segunda fase se habló de otros pactos comarcales o locales en los que podría haber acuerdos, pero sin condicionarlos.VEGUERÍAS

A su juicio, la defensa que hace el alcalde de Lleida, Àngel Ros de una veguería en la provincia y no dos responde a los intereses de la ciudad de Lleida.

"Claro que es un alcalde importante, pero es una visión que no comparte su partido, resumió Gilabert que recordó que los tres partidos que forman el gobierno de la Diputación y el principal de la oposición defendieron una moción conjunta a favor de la ley de veguerías pidiendo un trato diferencial para Aran".

El republicano da por hecho que la Val d'Aran ya tiene un trato diferencial en el anteproyecto ya que las relaciones del Conselh Generau serán directamente con la Generralitat aunque los ayuntamientos tengan relación con la veguería del Alt Pirineu.

Ahora hay dos opciones, que tengan recursos municipales que dependan del Alt Pirineu o que estos recursos se den al Conselh Generau.

Si se aprueba la ley tal y como está presentada al Parlament, Gilabert podría ser el ultimo presidente de la Diputación de Lleida. "Ya lo dije el día de la investidura, para mí, como militante de un partido como ERC, sería una satisfacción ser el último presidente de la Diputación y primer presidente de consell de veguería"

Respecto al empuje que está viviendo Lleida en los últimos meses, con la inauguración del aeropuerto de Alguaire y del palacio de congresos La Llotja, consideró que en los últimos años se ha fomentado la autoestima.

Está convencido de que Lleida ha dejado el discurso de victimismo. "Tenemos un discurso mucho más positivo con lo que se da la imagen de territorio de oportunidades", afirmó Gilabert para quien las infraestructuras están sólo en una pequeña parte del territorio.

"En una visión muy local se puede decir que hay cierta satisfacción, que comparto, pero en una visión global he de decir que el territorio está desequilibrado, las inversiones no compensan el desequilibrio que tiene Lleida, especialmente el Pirineo.

En este sentido dijo que desde Lleida se proyecta una imagen de paternalismo hacia el territorio. No comparte ese planteamiento. "Pienso que los pueblos se han de administrar y se han de espabilar".

Por eso es partidario de la veguería del Pirineo: "La defiendo primero porque la gente del Pirineo la quiere y segundo porque una veguería del Pirineo fortalecerá Lleida".

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