Si un turista entra en Vigo por la avenida de Madrid, tiene que llegar a la praza de España para orientarse. Desde ahí, siguiendo los paneles, llegará fácilmente a la estación marítima a través de Gran Vía, Lepanto, García Barbón, República Argentina, Areal y praza de Compostela.

Rumbo a la costaOtra cosa es ir a la playa. Al principio la ruta es la misma, pero en la paellera de Areal aparece la primera sorpresa: nada indica que se puede utilizar el túnel para salir en Beiramar sin necesidad de atravesar el entorno de la Alameda, ahora semipeatonal.

Si obedece el cartel, el visitante va por García Olloqui, Montero Ríos, Cánovas del Castillo y Beiramar. Luego atraviesa Bouzas por Pescadores y Paulino Freire. Y llegado aquí, si no se pierde en el cruce con Tomás Paredes, sin indicaciones, recorre la avenida Atlántida hasta llegar a un arenal sin nombre: Samil. Al final del trayecto, una señal indica la ruta a Canido sobre el Lagares. Ni rastro de la playa de O Vao.

Museos invisibles

Extraviado o no, el turista ya ha dejado atrás sin enterarse  de las más recientes dotaciones culturales de esta ciudad. Ni un solo panel desde la avenida de Madrid hasta O Vao se refiere al Museo do Mar o al Verbum.

Ni siquiera a 50 metros de los edificios, firmados además por los arquitectos César Portela y Aldo Rossi, se informa de su existencia. Sólo se anuncia el aparcamiento del primero a diez metros de la entrada. Mejor circular a 30 por hora para no pasarse.

Sin noticias del Marco

Llegar al Marco no es mucho más fácil. Aunque hay pistas desde la praza de España, lo más natural si no se conoce la ciudad es pasarse de largo Urzaiz arriba. Nada indica al turista que el museo está ahí, tras la nueva farola.

Mucho cuidado en...

Gran Vía con Urzaiz: No hay peor cruce en el centro. Carece de indicadores, por lo que cualquier conductor pierde la orientación. Si se atraviesa rumbo a Lepanto, aún peor: el visitante se da de bruces con la AP-9.

La solución...

Plan de señalización: El Concello invertirá 190.000 euros en un plan integral para mejorar la señalización turística de la ciudad.

¿Peinador? En alguna parte

El turista apura sus compras en Urzaiz antes de coger el avión de regreso. De vuelta en su coche de alquiler, sigue las indicaciones y sube por Urzaiz para ir al aeropuerto. Todo recto hasta Gregorio Espino, donde arranca la humanización de O Calvario y no se puede continuar de frente. ¿Y entonces? Quién sabe. A la derecha se perderá, pero a la izquierda es probable que también. Sólo preguntando podrá llegar hasta el siguiente panel informativo, en el cruce de Genaro de la Fuente con Aragón, tres giros y varios semáforos más adelante. En ese punto comenzará una larga travesía a ciegas. En ningún momento se informa de la distancia que separa el centro de Vigo de Peinador.