Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la sentencia también prohíbe al acusado acercarse a la víctima y comunicarse con ella a menos de 500 metros al domicilio, lugar de trabajo o estudio o a cualquier otro que frecuente su hija o comunicarse con ella por cualquier medio verbal o escrito, telefónico, telemático, informático o por gestos durante 18 años.

Asimismo, se le inhabilita para ejercer la patria potestad respeto de su hija, a la que deberá indemnizar en 6.000 en la cantidad de 6.000 euros por las secuelas y lesiones ocasionadas.

Los hechos ocurrieron el 26 de mayo de 2008, cuando el acusado se encontraba en compañía de su hija de tres años y sus padres, en el domicilio que estos poseen en Almorox.

En un momento dado, cuando se encontraba jugando con su hija en una de las dependencias de la vivienda, de forma absolutamente inopinada y sorpresiva, con claro ánimo de acabar con la vida de su hija, la cogió bruscamente y la tumbó sobre una cama, donde la asió fuertemente del cuello apretando con todo su ímpetu, de tal modo que únicamente cesó cuando creyó que había consumado su ilícito propósito, sin que en ningún momento la niña tuviera ninguna oportunidad de defenderse.

A consecuencia de los hechos, la menor sufrió numerosas petequias en la cara y dos erosiones en senda caras laterales del cuello. La estrangulación fue de tal intensidad que la niña estuvo próxima a la muerte.

En el momento de los hechos el acusado padecía un trastorno de la personalidad obsesivo compulsivo que, en modo alguno, le impidió conocer la ilicitud de su conducta u obrar en atención a ese conocimiento.