A vueltas con Los miserables

Alcalde, alcalde»...
La reciente invocación al Jefe de la Tribu del escudero Javier Losada todavía resuena en la planta noble de María Pita. Al bloqueiro Kike Tello le resbaló la lengua en el último pleno, arrojó al vacío a Losada y recibió un  gargajo del Primer Coruñés: «Que conste en acta que el alcalde llama miserable al portavoz del Bloque».

Víctor Hugo no sabía del consistorio coruñés cuando, en 1862, relató la vida de Los Miserables. Pero es seguro que el alcalde Vázquez conoce al dedillo la ruda novela del francés -o, por lo menos, la versión de tebeo-.

El comisario Javert -el viejo orden- vislumbra que, a pesar de haberlo detenido en varias ocasiones, su antagonista novelario, el «miserable» presidiario Valjean -la oposición ciudadana- será elegido alcalde por sus vecinos, después de un dilatado currículo de rebelde con causa. Una relectura del clásico podría arrojar luz sobre los diferentes tiempos políticos que viven los protagonistas del novelón municipal herculino.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento