Gracias a este cuestionario, los 24.000 alumnos de la UDC hacen las veces de examinadores. Evalúan, de uno a siete, la calidad de la enseñanza en diferentes puntos. Entre los profesores, el dominio en la materia y la participación en clase. A ellos mismos, su satisfacción y capacidades. Y por último, las propias facultades y carreras.

Así, podología, terapia ocupacional, enfermería, audición y lenguaje, y filología tienen los profesores más valorados y los estudiantes más motivados. Fuera del aula, dicen que los profesores «se enrollan». Y eso que apenas se asiste a tutorías en la UDC.

El suspenso de la encuesta se lo lleva comunicación audiovisual. Sus alumnos no tragan con tan pocos recursos y medios propios.

Flojillos en idiomas

Los estudiantes también hacen ejercicio de autocrítica: ni la mitad se desenvolvería en un idioma extranjero. Eso sí, la mayoría de los alumnos se ve capaz de leer un texto en inglés. En cuanto a las habilidades de expresión, por escrito mejor que hablando.

Los alumnos se consideran en la encuesta organizados en el estudio y solidarios al máximo. Compartir el material y los apuntes de clase es un gran valor en la UDC.

Trabajar después de la facultad es algo que los estudiantes no ven nada claro. Suspenso en expectativas.

Las notas de los alumnos

Podología: Los más satisfechos con sus profesores y con su carrera. Tienen dificultades de expresión oral y escrita.

Filología inglesa: Tienen bien claro lo que sus profesores les demandan. Los mejores, obviamente, en los idiomas.

Comunicación audiovisual: Se quejan de los medios, pero no del trato con el profesor: acuden en masa a las tutorías.

Enfermería: Los más optimistas ante el mercado laboral.

Máquinas navales: No están nada satisfechos con sus docentes. Los más pesimistas de la encuesta de evaluación.