Un agente dice que Ramírez llevaba en la mano una pistola tras el asalto y que se la entregó "sin problemas"

Un guardia civil afirmó hoy que Francisco Ramírez, dueño del chalé de la familia Ferri, ubicado en Canals (Valencia), que fue asaltado el 4 de enero de 2006 por varios atracadores encapuchados y armados, llevaba tras el incidente una pistola en la mano, y aseguró que se la entregó tras pedírsela "sin problemas". "Estaba muy nervioso y fuera de sí, por lo que le requerimos el arma", dijo.

Este agente, uno de los primeros que llegó al chalé tras recibir un aviso de su superior, relató, ante el tribunal de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia, que "nada más llegar" allí, lo primero que vieron fue al propietario y a su familia dentro del recinto. Ramírez presentaba una herida en un costado y una pistola en la mano, según dijo. El arma se la retiraron y él mismo la descargó "para evitar problemas".

Indicó que Ramírez "estaba muy nervioso" y que le entregó la pistola "sin problemas". Tras ello, la dejó "en un bordillo" y le pidió a un agente de la Policía Local que la custodiara, puesto que iba a comprobar si quedaban asaltantes en el interior de la casa. A su salida, ya no observó la pistola, y al preguntarle al agente, éste no le supo contestar.

Sin embargo, un menor que se encontraba en el recinto le comentó que la había cogido la casera, se la había guardado en el bolso y se la había llevado al hospital al que habían trasladado a Ramírez para tratarse las heridas, tal y como corroboró esta mujer en su declaración ante el tribunal.

Después, varios agentes se trasladaron hasta el centro hospitalario y le pidieron el arma a la casera. El agente indicó que al extraer el cargador no comprobó el número de balas que quedaban, y afirmó que se lo entregó directamente a su superior. "Fue todo muy rápido", matizó.

Frente a este relato, en el que coinciden el agente y la casera, Francisco Ramírez declaró en la vista, hace varios días, que tras salir de su domicilio descargó la pistola que portaba y se la entregó a la mujer para que la guardara y luego se la diese a la Policía.

Las joyas y el subfusil

Otros guardias civiles que acudieron hoy a declarar en calidad de testigos especificaron que en los domicilios registrados, en los que vivían los imputados, se encontraron varias joyas, un reloj y armas. En uno de ellos se halló, dentro de un armario, un subfusil que "se veía perfectamente".

Otro testigo que acudió hoy a declarar, que conocía tanto a Ramírez como al letrado acusado en la causa, afirmó que en el momento del atraco tenía una empresa de asesoría inmobiliaria. Relató que un día acudió al chalé de los Ferri, puesto que el abogado le pidió ayuda para venderlo. Una vez allí, afirmó que Ramírez le entregó directamente los planos de la vivienda, sin que pasaran por las manos del abogado.

Por otro lado, una de las abogadas que asistió al principio de la causa a uno de los asaltantes —quien reconoció haber participado en el robo como conductor de uno de los vehículos pero negó que llegara a entrar al chalé— afirmó que Ramírez hizo la rueda de reconocimiento "tras haberse estudiado el sumario" y después de ver a su defendido.

Explicó que uno de los días en los que su cliente estaba prestando declaración ante la Guardia Civil en calidad de testigo protegido, pidió salir al baño y, en ese momento, coincidió en el patio con Ramírez y su familia, "así que le vieron antes de que luego le identificaran". Por este motivo decidió impugnar la rueda de reconocimiento y quejarse a la magistrada que instruía el caso, aunque no por escrito.

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