La periodista del caso Plame deja 'The New York Times'

Judith Miller, la periodista que pasó casi dos meses en la cárcel por negarse a revelar sus fuentes en el caso de la espía de la CIA Valerie Plame, dejará el diario 'The New York Times' tras 28 años de trabajo en el rotativo.

La salida de Miller del diario se produce después de que tanto sus compañeros como los directivos del periódico la criticasen por la cobertura de la guerra en Irak y su participación en el caso Plame.

Valerie Plame era una espía de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) hasta julio de 2003, cuando su nombre salió publicado en la prensa.

La filtración se produjo tras las críticas que su esposo, un diplomático opuesto a la guerra de Irak, que desmintió al Gobierno de Bush afirmando que Sadam Husein no había buscado en África material para armas nucleares.

La revelación de la identidad del espía provocó la caída de Lewis Libby, el principal asesor del vicepresidente, Dick Cheney, y una de las fuentes de Miller. La periodista investigó, pero nunca llegó a publicar artículo alguno sobre Plame.

28 años de carrera  

La reportera llegó al 'Times' en Washington en 1977 como parte de un nuevo grupo de jóvenes y ambiciosos periodistas, con el que el periódico quería reforzar sus filas después de que el diario 'The Washington Post' se adelantase al destapar el escándalo Watergate, que costó la presidencia a Richard Nixon en 1974.

Sus jefes la recuerdan como apasionada por sus historias, celosa de sus fuentes y un poco obsesiva. A su llegada, sus editores le encomendaron la labor de cubrir la Comisión del Mercado de Valores (SEC), pero el interés de Miller no iba por ahí.

Trabajo en Oriente Próximo

Miller conocía bien Oriente Medio tras haber viajado y trabajado algunos años en la región. Nina Totenberg, una periodista de la Radio Pública Nacional, recuerda que a mediados de la década de 1970 el rey Huseín de Jordania se dirigió a ella con familiaridad en medio de una fiesta.

El 'Times' decidió aprovechar esa experiencia y la nombró jefa de la delegación de El Cairo en 1983. Miller amplió su conocimiento de la zona y se especializó en armas de destrucción masiva y terrorismo, lo que le valió un Premio Pulitzer en 2001.

Su rutilante carrera sufrió un golpe mortal tras la cobertura que precedió a la guerra de Irak, que comenzó en marzo de 2003. A finales de 2001 y en 2002, Miller publicó una serie de historias sobre la voluntad y capacidad del entonces presidente iraquí, Sadam Husein, para fabricar armas de destrucción masiva. Miller reconoció haberse equivocado "totalmente", aunque indicó que el resto de periodistas y expertos también lo habían hecho.

Salida del diario

Desde entonces, su nombre prácticamente desapareció de las páginas del diario. Miller señaló poco después de su salida de prisión, que esperaba volver a la redacción y seguir haciendo lo que siempre había hecho: "escribir sobre las amenazas contra nuestro país", aunque la reportera no podrá ver satisfechos sus deseos, al menos en el 'Times'.

"Estamos agradecidos a Judy por su significativo sacrificio personal al defender un importante principio", afirmó el editor del 'Times', Arthur Sulzberger, en un comunicado en referencia a la decisión de Miller de ingresar en prisión para defender el anonimato de sus fuentes. "Respeto su decisión de retirarse del Times y le deseo lo mejor", indicó Sulzberger.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento