Montilla defiende leer la Biblia y critica los enfrentamientos del PSOE con la Iglesia

  • Asegura que es necesario aunque sea por cultura general.
  • Lo dice en la biografía que se publica sobre su figura este jueves.
  • El libro descubre que el president viajó por Europa como mochilero.
El presidente de la Generalitat, José Montilla
El presidente de la Generalitat, José Montilla
J.L. Pino / ARCHIVO
El presidente de la Generalitat, José Montilla

El presidente de la Generalitat, José Montilla, defiende la lectura de la Biblia y considera innecesarios los enfrentamientos del PSOE con la jerarquía católica. Lo dice en la biografía que se publica sobre su figura, Descobrint Montilla. El somni català del president de la Generalitat (RBA-La Magrana), escrita por el periodista Gabriel Pernau y que se presenta este jueves.

A raíz de múltiples testimonios de su entorno, el libro desgrana algunos rasgos ya conocidos del presidente, como que es tímido, discreto, muy trabajador y que duerme poco, aunque también se dan a conocer detalles más íntimos y curiosos, como su pasado de 'mochilero', que no tiene carnet de conducir, y que en los dos I-pods que lleva tiene música clásica pero también heavy metal.

Al preguntársele sobre su vertiente espiritual, Montilla, que se declara no practicante, asegura que la Biblia "se tiene que leer por un tema de cultura general, al margen de si se es creyente o no", y destacó la importancia de conocer las religiones y su historia. Montilla, que no tiene reparo en acudir a funerales y a actos religiosos vinculados a su cargo, considera que los actuales enfrentamientos del PSOE con la Iglesia, "transmiten a la opinión pública una imagen que perjudica" al partido.

Admite tener una buena relación con los obispos catalanes, y diagnostica que por parte de la izquierda se ha tendido a menospreciar a la realidad eclesial. Al preguntársele sobre cuestiones morales, Montilla defiende los cambios que introdujo el PSOE en la legislación sobre el aborto, y está a favor de una muerte digna.

Montilla se describe como alguien discreto y trabajador de sol a sol desde su juventud. Su entorno más inmediato destaca su obsesión por revisar los datos, que prefiere mirar a largo plazo que a corto, y que antepone la letra pequeña a los grandes titulares. Constatan que su proyección pública se ha hecho "sin hacer demasiadas concesiones al márketing político", aunque en su entorno hay polémica sobre la caricatura que se hace de él en el programa Polònia, de TV3.

La biografía también detalla sus hábitos (se levanta a las 6.45 horas, a las 7.45 ya está en Palau, y duerme cinco horas a lo sumo). Sobre su pasado, uno de los aspectos desconocidos que sobresalen es que viajó por el mundo con mochila a cuestas hasta finales de los años 80, durmiendo en una ocasión en Macedonia en un banco de un autobús, y en otra en el arcén de una carretera francesa.

Montilla reconoce su fascinación por las óperas wagnerianas, y explica que en sus dos I-pods lleva todo tipo de música: clásica, melodías de los 60 y 70 de grupos como Supertramp o Simon & Garfunkel, de grupos españoles como Estopa, y artistas del nuevo flamenco como Mayte Martín, Medina Azahara, Triana y Paco de Lucía.

"Llevo también Iron Maiden, Metallica, Guns n'Roses, aunque no es que me guste demasiado el heavy metal", admite. En su primera cita con las urnas, en 1977, votó por primera y última vez al PSUC. Empezó su militancia política en el PCE Internacional, de tendencia maoísta. Admite haberse leído en su juventud el Libro Rojo, aunque indica que a los veinte años ya había optado por la "moderación".

Tras pasar por el PSUC, ingresó en el PSC fruto de la unión de los tres partidos socialistas que había en Catalunya en 1978. En su primera campaña electoral como alcalde, la agencia de publicidad de Lluís Bassat le instó a "retocar" su imagen ya que en los carteles electorales parecía más mayor.

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