Juan José Moragues hizo este anuncio durante la reunión que mantuvo hoy con el presidente de la Asociación de Constructores y Empresas Afines de Dénia, Antonio Martí, acompañado por los miembros de la misma; Eulalio Candell y Francisco Miguel Catalá.

Durante la reunión, Juan José Moragues aseguró a los presentes el "fuerte compromiso" del Ministerio con esta actuación, que mejorará la calidad del subsuelo, los acuíferos y los cauces naturales que atraviesan la zona, una actuación que confirma la "firme voluntad" que ha puesto el Gobierno en llevar a cabo la actuación "a la mayor brevedad" posible.

Estas actuaciones en la red de colectores erradicará la "contaminación" sobre el dominio público hidráulico que se produce por el vertido de las viviendas existentes en el término municipal, con la consiguiente "mejora" de la calidad del subsuelo, acuíferos y cauces naturales que atraviesan la zona de actuación.

La zona del Montgó-les Rotes se encuentra con una edificación en la que "prácticamente" no existe red de saneamiento, contando la zona con pozos ciegos y en algunos casos depuradoras individuales o colectivas que vierten directamente sobre el terreno. Las filtraciones en la zona coinciden con el límite del espacio natural protegido de un alto valor ecológico del Montgó, que hacen que esta actuación sea "necesaria y urgente".

El área de actuación se ubica en el sureste del casco urbano de Dénia, concretamente entre la línea de costa y el Alto de Benimaquia. Las actuaciones básicas que se van a acometer incluyen la construcción de dieciocho colectores principales bajo viales públicos a los que acometerán los colectores secundarios y terciarios, la construcción de dieciocho estaciones de bombeo necesarias para la impulsión de las aguas residuales hasta la depuradora existente en el municipio, y la ejecución de la conducción de impulsión que conducirá las aguas residuales del área de actuación directamente hasta la depuradora.

La nueva red de saneamiento, que superará los 33 kilómetros de longitud, se diseña de forma que todos los colectores estén por encima del nivel del mar para evitar la intrusión marina, puesto que se pretende evitar la contaminación del subsuelo y de los acuíferos y cauces naturales y crear un vertido independiente del que se genera en el casco urbano de la población, de tal forma que se pueda crear la posibilidad de un tratamiento diferenciado de la depuradora, resultando así una línea de tratamiento en la que las aguas depuradas no tengan problemas de salinidad y puedan reutilizarse sin necesidad de un tratamiento adicional para eliminar sales.

A partir de este momento se abre el proceso de contratación por procedimiento abierto para llevar a cabo la ejecución de las obras, que cumplidos los plazos reglamentarios que indica la Ley de contratos, se prevé puedan comenzar después del verano, por lo que no interferirán con la actividad turística de la zona en período estival. Las obras se financian íntegramente con fondos propios de la Confederación Hidrográfica del Júcar, con un plazo máximo de ejecución de 24 meses.