La secretaria local del PP de Castellón, Carmen Amorós, demandó hoy el mismo trato para la industria cerámica que para los cocineros vascos, "a los que ha destinado una ayuda finalista de 7 millones de euros, y denunció el "trato discriminatorio que el Ejecutivo da a la industria cerámica frente a otros sectores a los que debe comprar el voto".

Según dijo, "es una discriminación grave porque la cocina vasca puede tener mucha influencia en el turismo vasco, pero no tiene el mismo peso que la cerámica tiene en la provincia de Castellón, donde municipios enteros se han visto destrozados por la crisis en el sector azulejero, y ellos deberían ser especialmente sensibles, sobre todo si tenemos en cuenta que los municipios más perjudicados son Onda, Alcora o Sant Joan de Moró, de signo socialista". Sin embargo, —dijo Amorós— "ni siquiera así han apostado por hacer ni un gesto de colaboración en la salida de la crisis del sector cerámico".

La secretaria local señaló que el hecho de que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dedique 9 segundos a decir que el Gobierno está con la cerámica "no significa nada sino hay una verdadera apuesta por ayudar a las empresas y trabajadores a subsistir tras la crisis".

"Eso lo podrían haber hecho perfectamente por un plan específico para garantizar la parte financiera de las empresas cerámicas o preocuparse de defender los derechos de la industria cerámica en Europa para que haya una competitividad limpia frente a otros países como China que están rompiendo el sector", añadió.

Amorós recalcó que "en la orden del Ministerio de Ciencia e Innovación publicada en el BOE del 31 de octubre de 2009 se dice que los 7 millones destinados para la cocina vasca se destinan a formación, investigación y a la industria con la voluntad de ser un agente tractor del desarrollo económico y social, especialmente necesario en la actual coyuntura de crisis económica".

"Y dicen esto sin valorar que la industria cerámica es un ejemplo de apuesta por la innovación sin que, por el momento, haya recibido ninguna ayuda del Gobierno y habiendo tenido que trabajar sólo con el respaldo de la gente de Castellón", apuntó.

Además, dijo que "las condiciones que se establecen en la orden de subvenciones dejan ver que es una artimaña para dar el dinero a dedo a quienes quieren comprarles el voto, pues es una subvención que da el dinero por anticipado y que estipula que no hace falta ninguna garantía que certifique el gasto del dinero, es decir, que da igual que lo dediquen a la innovación o a pagarse un viaje a Miami".

La secretaria local lamentó que "los socialistas compren la voluntades con el dinero de todos los españoles", y se mostró convencida de que "los más de 8.000 castellonenses, trabajadores de la cerámica y que se han quedado en el paro, prefieren que sus impuestos se dediquen a activar la industria azulejera y no a la cocina vasca".