El Obispado formará a monitores para que impartan a adolescentes un programa de educación afectivo sexual

La Diócesis de Córdoba ha previsto celebrar un curso para formar a monitores del programa de educación afectivo sexual 'TeenStar', de forma que éstos, fundamentalmente profesionales del mundo sanitario y educativo, puedan "proporcionar una educación a los adolescentes, en cooperación con sus padres, basada en la dignidad de la persona".

Según informó el Obispado en un comunicado, este curso, que tendrá lugar desde mañana jueves y hasta el próximo domingo en la Casa de Betania de Jesús Nazareno de Córdoba y que será impartido por la licenciada en Medicina con especialidad en Ginecología y Obstetricia por la Pontificia Universidad Católica de Chile, Pilar Vigil, parte de la base de que la sexualidad hay que entenderla como "un factor que incide en toda la persona, abarcando aspectos físicos, intelectuales, emocionales, sociales y espirituales".

La finalidad del programa, por tanto, es que "los jóvenes estén informados y san libres y responsables de las decisiones que atañen a su identidad y salud personales". Se trata de un programa de educación afectivo sexual "que tiene en cuenta la totalidad de la persona y que basa en la experiencia y reconocimiento de los patrones de fertilidad del cuerpo, para ayudar a los jóvenes a entender su importancia y valor".

El 'TeenStar' pertenece a una red internacional y se lleva a cabo en más de 40 países, entre ellos España y sus objetivos son "mejorar la identidad de la persona", puesto que los jóvenes "necesitan saber quiénes son" y, por eso, se les invita a "tomar conciencia de su naturaleza: libre y responsable, sostenida por un Creador. Así entienden el valor de sus vidas y la de los demás: personas únicas e irrepetibles, queridas por Dios".

También persigue este programa el que los adolescentes valoren su libertad y capacidad de decisión. Se les enseña qué es la libertad, "como capacidad de adhesión a lo verdadero, y la responsabilidad que conlleva la elección entre opciones que se presentan".

Finalmente, el programa busca "desarrollar en los jóvenes el respeto por el don de la vida", que hay que entender como "un don recibido", de tal forma que, "sólo quien valora su propia vida podrá entregarla como don a otras personas", ya que, "si el joven se desprecia a sí mismo, despreciará toda la vida y no valorará la entrega gratuita a otra persona".

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