Ovejas negras en la televisión

  • En La pecera de Eva, Generación Ni-Ni o Hermano mayor proliferan los adolescentes problemáticos.
  • Los expertos señalan que se trata de “generalizar casos muy puntuales”.
  • Los responsables de los programas se defienden de las críticas: "Si todos lo van a imitar no podríamos ver 'Rocky'.
El programa 'Generación Ni-Ni', de La Sexta.
El programa 'Generación Ni-Ni', de La Sexta.
La Sexta
El programa 'Generación Ni-Ni', de La Sexta.

“Quiero ser algo en la vida porque estoy cansado de ser un vago asqueroso”, dice uno de los ocho jóvenes que participa en Generación Ni- Ni. La idea del programa de La Sexta es reconducir a chavales sin inquietudes, que ni estudian ni trabajan, con la ayuda de dos terapeutas que conviven con ellos las 24 horas del día en un centro.

La tarea no es moco de pavo: los jóvenes ya han hecho edredoning y fumado porros ante la audiencia. Algo anecdótico comparado con frases del tipo “me está jodiendo y no le puedo partir la cara”, “¿te la ha chupado?” o “las drogas las tomo porque aguanto más de fiesta”.

Este tipo de conductas han generado rechazo. El Consell de la Joventut de Barcelona y el Consell Nacional de la Joventut de Cataluña consideran que Generación Ni-ni refleja “una imagen negativa de la juventud que no se asemeja con la realidad” y exigen su retirada.

Por su parte, Roberto Ontiveros, director de Generación Ni-Ni, dice que los jóvenes del programa “son reales, hay muchos que son así. Quien crea que eso no pertenece a la realidad es que no la ve en todo su conjunto”.

Sin embargo, los ni-nis de La Sexta no son un caso aislado. Últimamente, el estereotipo de juventud descarriada ha abundado en la parrilla: Curso del 63, Objetivo Mediación, SOS Adolescente o La Pecera de Eva muestran a chicos que consumen drogas, son agresivos, roban cuando se tercia…en definitiva, incontrolables. ¿Los jóvenes en España son así?

"Generalizar casos muy puntuales"

Los expertos señalan que se trata de “generalizar casos muy puntuales”. Para José Luis Barceló, sociólogo del Colegio de Política y Sociología de Madrid, “cuanto mayor contrapunto haya con la normalidad, más atractivos resultan estos espacios”.

Mostrar este tipo de conductas en tele puede “ser perjudicial” para chavales que se están formando. “Piensan que esos son los modelos que hay que imitar”, explica el psicólogo Bernabé Tierno, autor de Fortalezas humanas. Ontiveros es contrario: “Si todo lo van a imitar no podríamos ver Rocky o Arma Letal 3, tendríamos que renunciar al entretenimiento en el mundo”.

El mérito, el esfuerzo y la voluntad de aprender también queda en un segundo plano. “Los adolescentes ven que gente sin estudios sale en la tele y se está forrando”, apunta Tierno. Aquellos que acuden a los programas son sin duda jóvenes con “poca preparación intelectual y se ve, sobre todo, en la forma de hablar”, añade. El lenguaje soez abunda:“Las palabrotas yo las digo desde que tengo conciencia”, dice uno de los concursantes de Generación Ni-Ni.

Sin duda el éxito para todos estos chicos disfuncionales reside en tener su minuto de gloria televisivo. En este sentido, Barceló resalta que “si llevas a un joven de esa edad a esos programas, en su mentalidad, pensará que es importante por salir en televisión”. En cambio, Ontiveros destaca que en los casting de Generación Ni-Ni no querían a chavales que quisieran “hacerse famosos” sino “familias que detectaran que su hijo tenía un problema”.

La labor de educación familiar

<p>Hermano mayor</p>Los padres también juegan un papel importante: son victimas de sus hijos que constantemente se enfrentan a ellos. “Eres una mentirosa y una mierda”, dice Alejandro a su madre en el coach Hermano Mayor que emite Cuatro. “Es más fácil dejar al chaval que haga lo que quiera en lugar de coger la batuta”, comenta Barceló. A juicio del experto “se ha perdido esa labor de educación familiar que ahora delegamos en los formadores, cuando realmente su función es prepararnos profesionalmente”.

La ficción no queda exenta de mostrar los conflictos de la juventud. En ese sentido, Física o Química ha recibido críticas de numerosas asociaciones por el contenido de sus tramas. “Se trata de ficción y la serie no hace demagogia. Me parece un buen ejemplo porque se ven las consecuencias: el que se droga termina en la UVI, pero no sólo hay un niño que consume, sino otro que estudia”, explica la actriz Ana Milán que en la serie da vida a Olimpia.

A la hora de elaborar los guiones, Tierno destaca “que no se tiene en cuenta el daño que se puede estar haciendo a los adolescentes”. Barceló también coincide: “pueden tender a querer parecerse a algún personaje televisivo”. Un caso claro, La Pecera de Eva, serie de Telecinco que aborda problemas que afectan a los jóvenes sin medias tintas. “Papá, qué más da que me haya liado con un profe o un alumno, las relaciones son así”, dice una joven de 16 años.

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