La Universitat de València (UV) ha sido condenada en dos sentencias del juzgado de lo contencioso administrativo numero 10 de Valencia a indemnizar a dos profesoras por mantener una conducta "omisiva" ante las denuncias de acoso laboral que ambas docentes realizaron. Las resoluciones judiciales condenan a la institución académica a indemnizarlas con 44.182,5 y 164.536 euros, al considerar que es "responsable por omisión" de la situación de las profesoras, que denunciaron "reiteradamente" su estado aunque la UV no realizó ninguna actuación para solucionar su problema.

Las resoluciones judiciales, de fechas 11 y 19 de enero, consideran que la institución académica no evitó la situación en la que se encontraban las dos profesoras, adscritas al Departamento de Anatomía y Embriología. Según se señala en las sentencias, a las que ha tenido acceso Europa Press, en ambos casos existe una "clara relación de causa efecto entre los enfrentamientos, la tensión y el mal ambiente reinante" en el departamento con los daños psicológicos sufridos por las demandantes, de acuerdo con las periciales practicadas en las vistas y las pruebas periciales.

Al respecto, afirman que la situación de las docentes, "gravemente perjudicial para el trabajo e incluso la salud de los afectados", fue denunciada "reiteradamente" ante los órganos superiores de la Universidad "sin que se diera lugar a actuación alguna que incidiera o tratara de solucionar el problema".

"Desde este punto de vista, la Universidad, a través de sus órganos superiores, es responsable por omisión, al ostentar una posición de garante de la salud en el trabajo de sus empleados que, como poco, exigía un deber de actuar. Y la ausencia de esa actuación determina su responsabilidad al haber alcanzado la situación de enfrentamiento personal en el departamento una gravedad tal, que llegara a producir" las bajas de las demandantes y los perjuicios alegados, explican los dos fallos.

Las dos profesoras —y una tercera cuya situación está pendiente de resolución— presentaron sendas reclamaciones por los daños sufridos como consecuencia del acoso laboral al que afirmaban haber sido sometidas por la catedrática del departamento y en menos medida por su antecesor en el cargo.

En relación con una de ellas, indemnizada con 44.182 euros, la sentencia considera acreditado que había enfrentamientos internos que le afectaban y una "escasa colaboración" e "impedimentos" a su funcionamiento por parte de la directora y recoge testificales que apuntan a una "desautorización" hacia la docente por otros compañeros y comentarios despectivos sobre su valía profesional.

En relación con la segunda profesora —indemnizada con 164.536 euros—, el juez entiende acreditados los enfrentamientos existentes entre la demandante y la responsable del departamento por la concurrencia de ambas a la plaza de catedrático desde 2001 y la existencia de un "rechazo personal" en compañeros no identificados, que le negaban el saludo, así como del alumnado.

No obstante, el fallo rechaza que se deba a un "plan preconcebido de acoso laboral orquestado y sostenido" por la responsable del departamento y añade que muchos de los datos de la demanda son "equívocos". Sin embargo, agrega que una cosa es que de la prueba practicada no se estime la existencia de un plan para "hundir" a la docente "y otra muy diferentes que los hechos sean neutrales e indiferentes desde un punto de vista jurídico".

"paso hacia delante"

Según señaló a Europa Press la letrada María Tomasa Cons Pazó, "lo importante" de esta resolución es que supone "un paso hacia delante en la lucha por erradicar el acoso laboral, pues se condena a la Universidad de Valencia por su conducta omisiva y permitir que estas profesoras sufrieran un daño que no tienen ningún deber jurídico de soportar".

Por su parte, la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT (

Fete ugt pv) —sindicato al que están afiliadas estas dos docentes— relató que esta sección sindical puso en conocimiento del anterior vicerrector de Profesorado y del rector de la Universitat de València los "claros indicios" de acoso laboral que estaban sufriendo sus afiliadas. Asimismo, se comunicó a los delegados de prevención de la Universitat de València, que elevaron la correspondiente denuncia al Comité de Seguridad y Salud, cuya presidencia, por delegación del rector, corresponde a un vicerrector.

Según FETE, el equipo rectoral "en vez de investigar y estudiar si esos indicios que estaban ocurriendo en su institución podrían dar lugar a una situación de acoso laboral, actuó de forma corporativa y abrió expediente informativo y disciplinario —que posteriormente se archivó—, iniciado por la presunta acosadora, con el consiguiente perjuicio físico y psicológico" a las demandantes, que decidieron abrir la vía judicial ante esta "manifiesta indefensión".

Por su parte, el vicerrector de Profesorado y Ordenación Académica de la UV, Carlos Ferreira, señaló a Europa Press que la reclamación patrimonial planteada inicialmente por las docentes se desestimó de acuerdo con un informe del Consejo Jurídico Consultivo, y esta decisión fue recurrida en vía judicial, lo que dio lugar a tres juicios, uno de ellos pendiente, cuyas decisiones se han recurrido.

Ferreira, quien indicó que el resultado condenatorio no es "homogéneo" por lo que esperan ganar los recursos, afirmó que ninguna de las dos sentencias estima la existencia de acoso laboral, y que la condena se basa en que la UV no adoptó medidas en una situación de "enfrentamiento y mal ambiente", que podía afectar a la salud laboral.