En declaraciones a Europa Press, el gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas (OPP), Diego Crespo, manifestó que "existe una variabilidad muy grande de unos años a otros" en la campaña. Así, Crespo señaló que también influye muy directamente la "turbidez del agua", así como las circunstancias climatológicas.

No obstante, el almadrabero aseguró entre las cuatro almadrabas "piensan alcanzar dicha cuota porque es muy corta". Así, indicó que se tenía previsto comenzar el faenado "a mediados de febrero, como se ha hecho otros años", aunque finalmente se ha atrasado unos días, lo que no deja de ser habitual, según afirmó Crespo.

En este sentido, apuntó que la almadraba "se termina de instalar entre mediados y finales del mes de abril", y añadió que el período de paso migratorio del atún es hasta final de junio, a lo que se une un mes y medio o dos que dura la leva de la almadraba —desmontaje de la misma, en la que se recogen anclas, redes, y demás utensilios—.